A lo largo de los primeros nueve meses del 2024, las solicitudes de asilo en México experimentaron una caída significativa, reduciéndose casi a la mitad en comparación con el año anterior. Sin embargo, a pesar de esta disminución en las peticiones formales, las autoridades y organizaciones humanitarias advierten que la crisis migratoria, especialmente por migrantes venezolanos en la frontera sur del país sigue agravándose. Tapachula, la ciudad más afectada por el flujo migratorio, enfrenta una saturación en sus albergues y largas demoras en la resolución de los casos de asilo.
Caída en las solicitudes de asilo de venezolanos
Entre enero y septiembre de 2024, México recibió un total de 58,806 solicitudes de asilo, lo que representa una disminución del 48% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se registraron más de 113,000 peticiones. Este cambio en la tendencia refleja un retroceso en el número de migrantes que optan por iniciar el proceso de refugio en el país.
A pesar de la reducción en la cifra total, algunos países de origen como Honduras, Cuba y Haití continúan siendo los principales emisores de solicitantes. Venezuela, que ocupó el quinto lugar en la lista, registró 3,623 solicitudes.
Albergues desbordados en la frontera sur
A pesar de la disminución en las solicitudes de asilo, la situación en la frontera sur de México sigue siendo crítica. Tapachula, principal punto de ingreso de los migrantes, enfrenta una saturación de albergues y una creciente población migrante que espera la resolución de sus casos.
La directora del albergue Todo Por Ellos, Lorenza Obdulia Reyes, advirtió que la ciudad podría colapsar si no se implementan soluciones efectivas. Según sus palabras, los tiempos de espera para obtener una resolución favorable pueden extenderse hasta ocho meses, lo que complica aún más la situación de los migrantes.
Aumento de la migración irregular de venezolanos
Paralelamente, mientras las solicitudes de asilo disminuyen, la migración irregular ha alcanzado niveles récord. Durante el primer semestre de 2024, el flujo de personas que cruzaron México sin documentación legal se incrementó en un 193%, superando las 712,000 personas.
Este fenómeno ha exacerbado la crisis en la frontera sur, donde muchos migrantes optan por seguir su camino hacia Estados Unidos sin esperar la resolución de sus trámites de asilo en México.
Problemas burocráticos y retrasos
Uno de los principales factores detrás de la caída en las solicitudes de asilo es la falta de aplicación del artículo 52 de la Ley de Migración. Este artículo establece que los solicitantes de refugio tienen derecho a una visa humanitaria por un año, válida en todo el territorio mexicano.
No obstante, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha dejado de otorgar estas visas, lo que ha disuadido a muchos migrantes de iniciar el proceso de asilo ante la Comar. Según Luis Rey García Villagrán, presidente del Centro de Dignificación Humana, esta situación ha generado un estancamiento en la frontera sur.
Migrantes desesperados ante la falta de respuestas
La frustración entre los migrantes es palpable. Personas como Denise Romero, de origen hondureño, denuncian la lentitud del proceso. A pesar de haberse registrado en la Comar hace meses, aún no ha recibido respuesta sobre su solicitud de asilo. Según Romero, la cantidad de personas que se presentan diariamente en las oficinas de la Comar es abrumadora, y el flujo migratorio, lejos de disminuir, sigue aumentando, agravando aún más la crisis humanitaria en la frontera sur.