Al día siguiente, unidades de rescate fronterizo localizaron a González en el sector conocido como “La Cruz” y la trasladaron para recibir atención médica en el Centro Médico Integrado de Metetí.
Un abandono a la venezolana que pudo ser fatal
Su fractura de pierna, producto de un accidente en la selva, le impidió seguir adelante, dejándola varada en medio de un entorno hostil y peligroso. Abandonada por su grupo de migrantes, la venezolana quedó desprotegida, en un lugar donde las inclemencias del clima, la fauna salvaje y la falta de recursos representan un riesgo constante.
El llamado de auxilio de una hija
El rescate de Durelys González fue posible gracias a su hija de 17 años, quien, a pesar de las adversidades, logró llegar a Bajo Chiquito para buscar ayuda. La joven relató a las autoridades la crítica situación de su madre, quien había quedado completamente sola en la selva, sin medios para protegerse.
Gracias a la rápida respuesta de las unidades de rescate, la búsqueda se inició de inmediato, enfocándose en el área conocida como “La Cruz”, donde finalmente localizaron a González.
Operativo de rescate en el Darién a la mujer venezolana
Los operativos de rescate en la selva del Darién son complejos y arriesgados para las unidades que se adentran en sus profundidades. En el caso de Durelys, los rescatistas demostraron gran valentía y compromiso, enfrentándose a terrenos difíciles y condiciones adversas para localizar a la mujer y llevarla a un lugar seguro.
Un final incierto en una travesía llena de riesgos
El caso de Durelys González y su hija refleja las dificultades y peligros que enfrentan miles de migrantes en su paso por la selva del Darién. Esta experiencia es solo una de muchas historias de supervivencia y adversidad que dejan en evidencia el costo humano de esta ruta migratoria. Aunque ahora se encuentra a salvo, la falconiana aún enfrenta un largo proceso de recuperación y la incertidumbre de qué vendrá después en su camino.