Un trágico caso de violencia familiar ha sacudido a la ciudad de Maracaibo, donde una madre ha sido arrestada luego de que su pequeño hijo, de solo un año y siete meses, sufriera graves lesiones por brutales golpizas infligidas por ella y su pareja. Este hecho ha encendido alarmas sobre la protección infantil y la necesidad urgente de intervenir ante situaciones de maltrato.
Golpizas sistemáticas: Un pequeño en sufrimiento
A través de la investigación realizada por la Brigada de Delitos Contra las Personas, se reveló que el infante fue víctima de agresiones constantes que culminaron en su ingreso hospitalario.
El pequeño presentó signos alarmantes en el Hospital Dr. Pedro Iturbe, donde se diagnosticaron múltiples contusiones y marcas en su corporeidad. Entre las lesiones, se encontraron hematomas significativos y mordiscos, evidenciando la crueldad del entorno familiar en el que se encontraba.
La madre detenida: Un retrato de deshumanización
Dariana Benítez, de 25 años, se como la identificó a la perpetradora principal de este horrendo acto. La detención de la madre tuvo lugar en la avenida Don Manuel Belloso, en la parroquia Francisco Eugenio Bustamante.
Según los relatos de testigos, Dariana y su pareja se comportaban de manera irracional, utilizando la violencia física como respuesta a los llantos del niño, lo que generó un círculo de maltrato recurrente. Esta situación ha llevado no solo a la intervención de las autoridades, sino también a un llamado a la conciencia colectiva sobre el cuidado y protección de los menores.
El terrorífico padrastro: En fuga y apoyado por la madre del niño
La policía busca intensamente al cómplice de Dariana, conocido como Brayan García, que se encuentra en paradero desconocido. Con tan solo 19 años, su participación en este caso de brutalidad ha dejado a muchos cuestionando la influencia de la violencia en hogares jóvenes y la grave falta de intervención por parte de los sectores sociales que deberían resguardar la integridad de los infantes.
Un futuro incierto: Protección del menor
El niño, quien ahora se encuentra bajo la tutela de su padre biológico y en observación médica, representa la esperanza de un futuro alejado del sufrimiento. La intervención del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y la Fiscalía 33° del Ministerio Público del estado Zulia son pasos fundamentales en la búsqueda de justicia.Este caso no solo resalta la necesidad de proteger a los menores, sino que también llama a la sociedad a permanecer atenta y denunciar cualquier señal de maltrato, para que tragedias como esta no se repitan en el futuro.
La comunidad debe involucrarse para asegurar que cada niño tenga un hogar seguro y amoroso, mientras se espera que las autoridades hagan su parte en la persecución y sanción de quienes violentan las vidas de los más vulnerables. La historia de este pequeño debe servir como un recordatorio del deber moral y social de proteger a aquellos que no pueden defenderse.
