El gobierno de Panamá ha implementado una política de sanciones económicas dirigida a los migrantes que ingresan al país a través de la peligrosa selva del Darién. Esta medida, anunciada por el presidente José Raúl Mulino, estipula multas de hasta 5.000 dólares para quienes crucen la frontera sin pasar por los controles migratorios oficiales, ya sea por vías terrestres, aéreas o marítimas. Este esfuerzo se enmarca dentro de las iniciativas de Panamá para gestionar la crisis migratoria en una región que ha experimentado un incremento significativo en los flujos de migrantes en los últimos años.
Multa para la migración irregular por el Darién
El decreto ejecutivo recientemente emitido estipula que los migrantes que ingresen sin autorización deberán enfrentar sanciones económicas, con multas que oscilan entre los 1.000 y 5.000 dólares, dependiendo de la infracción. Esta normativa busca disuadir el ingreso no regulado y subraya la necesidad de cumplir con los controles de seguridad en las fronteras del país.
El presidente Mulino explicó que la severidad de la multa dependerá de las circunstancias en cada caso y el nivel de riesgo o violación que implique la entrada no autorizada al territorio panameño.
Consecuencias para quienes no paguen la multa
El decreto establece que aquellos migrantes que no puedan cubrir el monto de la multa impuesta se verán impedidos de continuar su trayecto hacia otros países. Si no cuentan con los recursos necesarios, retendrán a los migrantes en el país hasta que puedan cumplir con el pago o, en su defecto, deportarán a los migrantes.
No obstante, las autoridades han asegurado que las sanciones serán ajustadas de modo que se mantengan dentro de los límites accesibles para los migrantes y puedan así regularizar su situación antes de abandonar el territorio nacional.
La crisis migratoria en el Darién: una ruta peligrosa
La selva del Darién se ha convertido en un corredor de tránsito común para miles de migrantes que parten de países sudamericanos en su ruta hacia Estados Unidos. Las condiciones en esta zona son especialmente peligrosas, con la presencia de ríos caudalosos, fauna salvaje y grupos criminales que frecuentemente atacan a los migrantes.
En 2023, más de 520.000 personas cruzaron esta región, enfrentando condiciones adversas y arriesgando su integridad física. En lo que va de 2024, alrededor de 283.000 migrantes han ingresado a Panamá por esta ruta, aunque la cifra representa un descenso del 37% en comparación con el año anterior.
Medidas adicionales: plan de deportación y restricciones de salida
Panamá, en colaboración con Estados Unidos, ha iniciado un programa de deportación para los migrantes que cruzan el Darién, medida que se suma al sistema de sanciones económicas. Desde su implementación, más de mil personas han sido deportadas, aunque los ciudadanos venezolanos han quedado excluidos debido a las restricciones impuestas por Venezuela en respuesta a la situación política bilateral. Según Mulino, el plan de deportación se mantendrá activo con vuelos semanales que repatriarán a aquellos migrantes que no cumplan con los requisitos de permanencia en el país.
Las sanciones económicas y el programa de deportación son los más recientes esfuerzos del gobierno panameño para controlar la migración irregular a través de la frontera del Darién. Estas políticas buscan garantizar la seguridad en la región y reducir los riesgos asociados con la migración no regulada, proporcionando también un mensaje claro sobre la importancia de cumplir con las normativas migratorias de Panamá.