Las elecciones presidenciales en Estados Unidos generan una gran expectación en Venezuela, donde tanto el gobierno de Nicolás Maduro como la oposición siguen atentos al posible rumbo que podría tomar la Casa Blanca en materia de política exterior. La candidatura de Kamala Harris sugiere la posibilidad de continuidad en el enfoque diplomático de Biden, mientras que el regreso de Donald Trump podría significar una postura más rígida y un mayor enfoque en la crisis migratoria. Ante el resultado de estas elecciones, la incertidumbre persiste en cuanto a cómo influirán las futuras decisiones de EE. UU. en la situación política y económica de Venezuela.
Un contexto de expectativa en Venezuela
La política exterior de Estados Unidos hacia Venezuela ha sido históricamente un tema central para Caracas. Durante años, ambos países mantuvieron lazos estrechos, especialmente en el ámbito energético. Sin embargo, las relaciones se deterioraron drásticamente con la llegada del chavismo, que enfrentó sanciones y críticas constantes por parte de la administración estadounidense, especialmente bajo el mandato de Trump.
Este martes, venezolanos de distintas ideologías esperan con incertidumbre, reconociendo que cada candidato implica distintos enfoques hacia Venezuela.
Trump y Harris: Dos enfoques opuestos
Si Kamala Harris es electa, probablemente continuará con el enfoque diplomático que promueve el actual presidente Joe Biden, buscando acuerdos que favorezcan la democracia, la paz y la estabilidad en la región. Trump, por el contrario, podría optar por retomar una postura más agresiva, como la que caracterizó su mandato anterior, marcada por sanciones severas al sector energético y un apoyo explícito a los opositores del chavismo.
Según el sociólogo Juan Manuel Trak, el gobierno de Maduro ve a Trump con recelo, ya que teme un posible retorno a su “política de garrote”.
Una política exterior de doble filo de Harris y Trump
A pesar de sus enfoques opuestos, tanto Harris como Trump comparten algunas preocupaciones clave en cuanto a la política exterior de Estados Unidos hacia Venezuela. Ambos partidos reconocen los desafíos de la migración venezolana y la necesidad de apoyar a las democracias en la región.
Sin embargo, analistas sostienen que, más allá de quién gane, Estados Unidos priorizará sus propios intereses, lo que sugiere que la política hacia Venezuela podría no cambiar radicalmente, aunque sí podría adaptarse al estilo de cada candidato.
Las sanciones: Un tema en el centro del debate
Estados Unidos ha empleado las sanciones económicas impuestas a Venezuela, principalmente a la industria petrolera, como uno de los principales mecanismos de presión en los últimos años. Mientras Harris podría buscar una moderación de estas sanciones bajo ciertas condiciones, Trump, de ganar, probablemente mantendría o incluso intensificaría las restricciones.
Este aspecto es crucial para el gobierno de Maduro, que ha denunciado reiteradamente las sanciones como una intervención injusta que afecta la economía venezolana.
Expectativas para enero de 2025
Independientemente del resultado, el próximo presidente de Estados Unidos jugará un papel crucial en la transición política que la oposición venezolana espera que ocurra en enero de 2025. Con una comunidad internacional que observa atentamente la situación, analistas como Elsa Cardozo destacan la importancia de que el próximo mandatario estadounidense coordine esfuerzos con otros líderes democráticos para promover un cambio pacífico en Venezuela.
Así, el desenlace de estas elecciones podría marcar un antes y un después en las relaciones diplomáticas entre ambos países, que se encuentran en una situación delicada y decisiva para su futuro político y económico.