El Banco Central de Venezuela (BCV) ejecutó el martes 19 de noviembre su mayor intervención cambiaria desde mediados de julio, alcanzando los 215 millones de dólares. Esta cifra no solo duplica la última intervención del 11 de noviembre, con un incremento del 119,39%, sino que también se posiciona como la segunda más alta en lo que va de 2024, según datos de Banca y Negocios.
La cotización establecida en esta operación fue de 48,26 bolívares por euro, equivalente a 45,79 bolívares por dólar. Este precio representó un leve aumento del 0,42% en comparación con la intervención previa, lo que refleja un acumulado de 7,21% de alza en el tipo de cambio oficial durante noviembre.
Estrategias del BCV para estabilizar el mercado cambiario
El BCV realiza fuertes intervenciones como parte de una estrategia dirigida a mantener cierto control sobre el precio de las divisas en un contexto de creciente presión inflacionaria.
. Con esta última acción, el total acumulado de ventas de dólares en noviembre asciende a 403 millones, lo que sugiere que el cierre mensual podría estar cerca de los 480 millones alcanzados en octubre.
En términos anuales, el BCV ha colocado 4.746 millones de dólares en el sistema financiero, lo que representa un aumento del 16,07% en comparación con el mismo período de 2023, cuando se habían registrado 4.089 millones. Esto indica una política más activa en el suministro de divisas, posiblemente orientada a mitigar la devaluación del bolívar frente al dólar.
Efectos en el mercado y proyecciones a futuro
El impacto inmediato de estas intervenciones se refleja en la evolución del dólar oficial, que subió 2,32% en la última semana. Sin embargo, la política del BCV enfrenta desafíos significativos debido a las tensiones inflacionarias y la alta demanda de divisas en el mercado paralelo, donde los precios suelen fluctuar más agresivamente.
Se espera que el monto total de las intervenciones cambiarias de 2024 supere los 5.000 millones de dólares, cifra alcanzada en 2022. Esta previsión apunta a un cierre de año con movimientos significativos en el mercado, marcados por las decisiones del ente emisor.
Un reflejo de las presiones económicas actuales
La política monetaria del BCV busca equilibrar una economía altamente dolarizada y afectada por la inflación. Aunque estas intervenciones logran cierto control en el corto plazo, también ponen de manifiesto la dependencia del país de las reservas internacionales y la necesidad de ajustar las políticas fiscales y cambiarias para garantizar una estabilidad más sostenida en el tiempo.
En conclusión, la reciente intervención del BCV no solo representa un movimiento técnico, sino también un reflejo de los retos económicos de Venezuela en 2024. Los próximos meses serán determinantes para evaluar el impacto de estas medidas en la economía nacional y en el bolsillo de los ciudadanos.
