Mariángel Torres, una joven de 17 años, perdió la vida de forma inmediata al ser impactada por una línea de tendido eléctrico que se desprendió repentinamente. En la madrugada del lunes 25 de noviembre, un lamentable accidente sacudió a la comunidad de La Baquera, en Aragua de Barcelona, estado Anzoátegui.
El suceso ocurrió cerca de su vivienda mientras compartía con amigos. La falta de mantenimiento en la infraestructura eléctrica vuelve a estar en el centro del debate, destacando los riesgos que estas negligencias representan para las comunidades.
Detalles del trágico accidente del tendido eléctrico
Según fuentes locales, el incidente se produjo alrededor de las 2:20 de la madrugada, cuando un corte eléctrico precedió la llegada repentina de energía al sector.
Este cambio provocó que una guaya del tendido eléctrico se rompiera y cayera sobre Mariángel, ocasionándole una descarga fatal.
Testigos relataron que los adolescentes presentes intentaron auxiliar a la joven en el momento, pero sus esfuerzos resultaron infructuosos debido a la rapidez del evento.
Uno de los amigos sufrió lesiones al intentar ayudar, aunque afortunadamente su vida no corre peligro.
Este desafortunado suceso no solo ha generado consternación entre los habitantes de La Baquera, sino que también ha encendido alarmas sobre el deterioro de los sistemas eléctricos en la región y la falta de prevención frente a este tipo de riesgos.
Infraestructura eléctrica en condiciones críticas
El estado de las instalaciones eléctricas en muchas regiones del país se ha convertido en una preocupación constante para los ciudadanos.
La falta de mantenimiento y supervisión adecuada sobre redes eléctricas ha provocado incidentes similares en otras comunidades, donde el deterioro del cableado y los transformadores expone a los residentes a peligros diarios.
En el caso de La Baquera, vecinos señalaron que el tendido eléctrico había mostrado fallas recurrentes en los últimos meses, sin que las autoridades atendieran los reportes.
La llegada intempestiva de energía tras un apagón, sumada al mal estado del cableado, parece haber sido el detonante de este fatal desenlace.
Impacto en la comunidad y llamados a la acción
El fallecimiento de Mariángel Torres ha causado profunda tristeza entre los habitantes del sector, quienes exigieron respuestas inmediatas por parte de las autoridades locales y de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
Los vecinos no solo demandan justicia para la familia afectada, sino también soluciones urgentes para evitar que esta tragedia se repita.
Además, este hecho resalta la importancia de la sensibilización comunitaria respecto a los riesgos eléctricos. Aunque los habitantes no tienen control sobre el mantenimiento de la infraestructura, conocer las medidas básicas de seguridad puede marcar la diferencia en situaciones críticas.
Medidas urgentes y prevención de riesgos eléctricos
Los expertos en seguridad eléctrica han señalado que los accidentes relacionados con la infraestructura pueden prevenirse mediante inspecciones regulares y mantenimiento constante.
Para ello, se requiere la implementación de políticas públicas que prioricen la modernización de los sistemas eléctricos y la asignación adecuada de recursos para su ejecución.
Asimismo, se recomienda a las comunidades organizarse para reportar fallas a las autoridades competentes y evitar la proximidad a líneas de alto voltaje, especialmente durante tormentas o cortes eléctricos prolongados.
Estas acciones, aunque no eliminan el problema de raíz, contribuyen a minimizar el riesgo de accidentes fatales.
Recomendaciones con el tendido eléctrico
Este trágico incidente subraya la urgencia de actuar frente a un problema que afecta la seguridad de miles de venezolanos.
Las autoridades deben asumir su responsabilidad, garantizando el mantenimiento adecuado de las redes eléctricas y priorizando la protección de la vida humana por encima de cualquier otra consideración.
A la ciudadanía, por su parte, se le exhorta a mantenerse alerta ante señales de peligro, reportar a tiempo cualquier anomalía y evitar el contacto cercano con instalaciones eléctricas deterioradas.
La educación en torno a los riesgos eléctricos debe ser una prioridad tanto en los hogares como en las escuelas, pues prevenir es siempre la mejor herramienta para evitar tragedias.
En honor a Mariángel y a tantas otras víctimas de la negligencia eléctrica, es imprescindible que todos trabajemos unidos para construir comunidades más seguras y responsables.
El cambio comienza con acciones concretas, impulsadas tanto por el gobierno como por la sociedad civil.