El río Escalante, en el estado Zulia, fue escenario de una tragedia el pasado sábado 11 de enero cuando un niño de 5 años, identificado como Jokendry Antonio Suárez, perdió la vida tras caer al agua. El incidente ocurrió en el sector Curva del Colón, en la parroquia San Carlos, mientras el menor jugaba cerca de la orilla.
A pesar de los esfuerzos realizados por los presentes y los organismos de rescate, el cuerpo del pequeño fue encontrado al día siguiente, varios kilómetros río abajo. Este lamentable hecho pone en evidencia la importancia de reforzar las medidas de seguridad en áreas cercanas a cuerpos de agua.
Detalles del incidente del niño de 5 años
El incidente ocurrió alrededor de las 3:00 p.m., cuando otro menor empujó accidentalmente al niño, según testigos, mientras este jugaba en la orilla del río.
Las personas presentes intentaron de inmediato rescatar al niño, pero la corriente lo arrastró rápidamente.
Los testigos notificaron de inmediato a las autoridades locales, quienes activaron un operativo de búsqueda que movilizó a diversos cuerpos de seguridad y rescate.
La operación incluyó a efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Policía Municipal de Colón (Policolón), CPBEZ, PNB, Protección Civil y los Bomberos de Colón.
Operativo de búsqueda y hallazgo del niño de 5 años
El despliegue de búsqueda comenzó el mismo sábado y se extendió hasta la tarde del domingo 12 de enero.
Los equipos de búsqueda encontraron el cuerpo sin vida de Jokendry en la desembocadura del caño Caimán, en el sector El Parcelamiento, a varios kilómetros del lugar donde ocurrió la caída.
Posteriormente, trasladaron al pequeño a la morgue del hospital general de Santa Bárbara para realizar las diligencias correspondientes.
Este hallazgo trajo un cierre a la angustia de la familia, aunque la pérdida resulta irreparable.
La importancia de la vigilancia en áreas de riesgo
Este caso resalta la vulnerabilidad de los menores en espacios cercanos a cuerpos de agua. Los ríos y caños, aunque atractivos para actividades recreativas, representan un peligro latente si no se toman las precauciones necesarias.
Es fundamental que los adultos responsables estén siempre atentos a los movimientos de los niños en este tipo de entornos.
Además, es importante contar con medidas de prevención, como señalizaciones de advertencia, zonas delimitadas para juegos seguros y campañas educativas que sensibilicen a las comunidades sobre los riesgos asociados a estos lugares.
El impacto en la comunidad y el papel de las autoridades
La tragedia de Jokendry ha dejado una profunda huella en la parroquia San Carlos, donde los habitantes lamentan la pérdida y reflexionan sobre la importancia de prevenir incidentes similares.
La participación de múltiples organismos en la búsqueda del menor demuestra el compromiso de las autoridades, pero también resalta la necesidad de un enfoque preventivo que minimice este tipo de tragedias.
La colaboración entre las comunidades y los entes gubernamentales es clave para establecer protocolos de seguridad que protejan a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables.
Un llamado a la prevención y la responsabilidad compartida
La pérdida de Jokendry Antonio Suárez es un recordatorio doloroso de la importancia de la supervisión y las medidas preventivas en zonas de riesgo.
Es crucial que las comunidades trabajen junto a las autoridades para establecer reglas claras y garantizar la seguridad de los niños en áreas recreativas cercanas a ríos y lagos.
Se recomienda reforzar la educación en prevención de accidentes, implementar señalizaciones en los lugares más peligrosos y fomentar la vigilancia activa por parte de los adultos.
La tragedia de Jokendry debe motivarnos a tomar acciones concretas para evitar que se repitan episodios similares en el futuro.