En las calles de Valencia, estado Carabobo, el comercio se ha visto afectado por una modalidad de estafa que ha ganado terreno: el uso de pantallazos falsos de pago. También conocidos como “capture”.
La astucia y el engaño eran las principales herramientas de José Daniel Arias González, un hombre de 27 años que logró defraudar a varios comerciantes antes de ser detenido por funcionarios de la Delegación Municipal Las Acacias del CICPC.
Un engaño bien calculado
Los comerciantes de la parroquia La Candelaria comenzaron a notar un patrón inquietante. Clientes aparentemente confiables realizaban compras en efectivo o transferencias bancarias, pero al momento de confirmar la transacción, el pago nunca llegaba a sus cuentas. Así fue como surgieron las primeras sospechas sobre José Daniel Arias González, quien se valía de capturas de pantalla falsas para simular transacciones y obtener productos sin pagar.
Investigación y captura
Las denuncias no tardaron en acumularse, lo que llevó al CICPC a iniciar una investigación de campo y análisis informáticos. Los agentes descubrieron que Arias González operaba con un esquema meticuloso:
- Realizaba compras en distintos establecimientos.
- Presentaba pantallazos de supuestas transferencias como comprobante de pago.
- Una vez obtenidos los productos, desaparecía y bloqueaba cualquier intento de contacto.
Tras un seguimiento detallado, los funcionarios lograron ubicarlo y capturarlo en Valencia, incautándole un teléfono marca Infinix, modelo X6853, que utilizaba para realizar las estafas.
Consecuencias y advertencia a comerciantes
Arias González fue puesto a la orden de la Fiscalía Cuarta del Ministerio Público del estado Carabobo, donde enfrentará cargos por estafa y fraude informático. Su detención representa un alivio para los comerciantes afectados, pero también una advertencia sobre el crecimiento de esta modalidad delictiva.
Las autoridades han instado a los dueños de negocios a verificar cada transacción antes de entregar mercancía y a denunciar cualquier irregularidad para evitar caer en este tipo de engaños.
El caso de José Daniel Arias González es un recordatorio de cómo la tecnología, utilizada de manera fraudulenta, puede convertirse en un arma contra la confianza comercial.
Ver esta publicación en Instagram