Un macabro asesinato ha conmocionado a Perú luego de que se revelara que el cirujano plástico Carlos Mendo Castillo fue asesinado a sangre fría en un crimen premeditado. El principal responsable es un joven venezolano identificado como José Miguel Espín González, de 22 años, quien confesó haber planeado el homicidio y contratado a un sicario para ejecutarlo.
Un plan criminal meticulosamente orquestado
El crimen ocurrió el 23 de febrero cuando Mendo Castillo, reconocido cirujano plástico en Lima, salió de su clínica en San Isidro sin imaginar que su asistente, Espín González, lo estaba conduciendo hacia su muerte.
Siguiendo instrucciones previamente acordadas, Espín llevó al cirujano hasta la carretera Ramiro Prialé, donde un sicario identificado como John Enderson Arnaldo Jaspe Rivas le disparó dos veces en la cabeza. Tras el ataque, el homicida escapó en una motocicleta conducida por un menor de 17 años.
Durante la reconstrucción del crimen, el venezolano confesó haber participado en la ejecución y explicó que recibió instrucciones para trasladar a la víctima hasta el punto exacto del asesinato. Sin embargo, intentó justificar su rol asegurando que “no quería ver” el momento en que le dispararon.
El móvil del crimen: dinero para una casa en Venezuela
Según su testimonio, Espín González organizó el asesinato junto con el sicario tres días antes del crimen, en una reunión en Campoy, San Juan de Lurigancho. Para ejecutar el plan, pagó 3,000 soles (aproximadamente 800 dólares) y retiró 800 soles adicionales de un cajero automático para completar el pago.
El móvil del crimen fue económico: el joven venezolano planeaba obtener dinero suficiente para comprar una casa en su país de origen. Sin embargo, la investigación policial lo delató rápidamente. Su error fue mantener el teléfono celular de la víctima en su vivienda, lo que permitió su captura e identificación como autor intelectual del asesinato.
Búsqueda del sicario y proceso judicial en marcha
Mientras Espín González espera un juicio en el que la Fiscalía de Perú pedirá la pena máxima, las autoridades peruanas continúan la búsqueda de Jaspe Rivas, el sicario venezolano que ejecutó el crimen y huyó tras los disparos.
Asimismo, la Policía busca al menor de 17 años que facilitó la fuga, mientras refuerza operativos para desarticular bandas criminales extranjeras vinculadas a este tipo de delitos en Perú.
Este caso ha avivado el debate sobre la seguridad en el país y la implicación de ciudadanos venezolanos en crímenes violentos, una situación que sigue generando reacciones en la opinión pública.
Por: América TV