Este martes, la esperadísima nueva serie de Meghan Markle para Netflix se ha estrenado finalmente, después de que los incendios de Los Ángeles pospusieran su lanzamiento.
Con amor, Meghan ha lanzado sus ocho capítulos, de 33 minutos de duración cada uno, en todo el mundo. La duquesa de Sussex regresa a sus raíces con este proyecto audiovisual, buscando reinventar los programas de estilo de vida en un entorno de lujo y sofisticación.
Ella se muestra cocinando, comparte sus trucos de jardinería y recibe a sus amigos en casa, todo en un ambiente más íntimo, personal y alejado de los códigos de la realeza británica.
Sin embargo, en su primer capítulo, Meghan ha revivido un episodio de su vida como royal.
Meghan como anfitriona
Meghan va contando qué es lo que hace cuando algún ser querido se queda unos días en su casa: «Lo primero es preparar su cuarto».
Meghan se muestra cómo la perfecta anfitriona y para hacerle sentir bien, muestra a la cámara cómo hace las sales de baño caseras para que su invitado se da un buen baño relajante.
Parece toda una experta en remedios caseros, que conoce las propiedades naturales de las plantas para conseguir un sueño reparador. «El placer de ser anfitriona es sorprender a la gente».
El mejor cumplido que pueden hacerte como anfitriona es que te digan ‘he dormido de maravilla’. Quiero que la gente se sienta muy cómoda cuando está en mi casa».
La polémica
Como todo lo que hacen Meghan y su marido, este documental también ha estado rodeado de polémica, ya que la han acusado de plagiar a Pamela Anderson.
Hace tan solo unos días, la estrella de Los Vigilantes de la Playa lanzó su programa de cocina titulado Pamela’s Cooking with Love (Pamela cocina con amor), y muchos espectadores encuentran semejanzas entre este formato y el de Meghan.
Hay quien va más allá y asegura que el clip de la madre de Archie y Lilibet es “una copia directa” del vídeo promocional de la actriz para su programa de estilo de vida que se anunció en octubre de 2024, unos meses antes de que lo hiciera el de Meghan.
Lo cierto es que tanto el título, como la estética y la atmósfera de ambos documentales son de lo más parecidos.