Mantenerse activo es esencial para una vida saludable, pero no todos los ejercicios son adecuados para cada etapa de la vida. Elegir los ejercicios recomendados según la edad ayuda a prevenir lesiones, mejorar la movilidad y fortalecer el cuerpo de acuerdo con las necesidades específicas de cada período.
Infancia y adolescencia: el movimiento como base
En la infancia (5 a 12 años), los ejercicios deben enfocarse en desarrollar habilidades motoras y fomentar el amor por la actividad física. Deportes como el fútbol, la natación o el ciclismo son ideales.
En la adolescencia (13 a 18 años), el cuerpo está en constante desarrollo, por lo que los ejercicios recomendados incluyen deportes en equipo, entrenamiento de resistencia con peso moderado, y actividades que fortalezcan el equilibrio y la coordinación.
Ejercicios en la edad adulta: fuerza y resistencia
Entre los 20 y 40 años, el cuerpo está en su mejor etapa para desarrollar fuerza y resistencia. Ejercicios como el levantamiento de pesas, el entrenamiento funcional y las clases de cardio (como spinning) son altamente recomendados.
También es importante incorporar actividades de bajo impacto, como yoga o pilates, para mejorar la flexibilidad y reducir el estrés. En los 40 y 50 años, el metabolismo comienza a desacelerarse, por lo que es clave priorizar ejercicios que fortalezcan los músculos y cuiden las articulaciones. Caminar a paso rápido, nadar o practicar tai chi ayudan a mantener la movilidad y el equilibrio.
Tercera edad: enfoque en la movilidad
A partir de los 60 años, los ejercicios recomendados según la edad deben centrarse en preservar la fuerza, la movilidad y la independencia.
Actividades como caminar, realizar ejercicios de estiramiento, practicar yoga suave o hacer entrenamientos con pesas ligeras son ideales. Además, el baile y la natación son excelentes opciones para mejorar la salud cardiovascular y prevenir el aislamiento social.
La actividad física, cuando está acorde con la edad, permite disfrutar de una mejor calidad de vida en cada etapa. Escuchar a tu cuerpo, adaptar la intensidad y consultar a un profesional son pasos clave para mantenerte en forma y saludable.