Las fotografías de Bad Bunny en calzonzillos y luciendo todos sus tatuajes como imagen de la última campaña de ropa interior de Calvin Klein han revolucionado las redes sociales, con cientos de comentarios sobre la faceta de modelo del cantante puertorriqueño.
Con rostro desafiante, camiseta de tirantes y bóxers, el cantante se suma a David Beckham, Justin Bieber, Troye Sivan, Asap Rocky o Jeremy Allen White, una larga lista de músicos y actores que han formado parte de las filas de la firma estadounidense en sus campañas.
El cantante de Debí tirar más fotos afirmó que ha disfrutado de un proyecto «bonito y gratificante». Por ello, compartió una imagen en su cuenta de Instagram, que ya acumula más de 3,7 millones de ‘me gusta’ y cientos de reacciones de sus seguidores.
Mientras que las imágenes de Bad Bunny han sido celebradas, otras figuras femeninas que han posado para Calvin Klein, como FKA Twigs o Kendall Jenner, han sido objeto de censura y críticas por ser consideradas demasiado provocativas.
El boricua estuvo en el desfile de CalvinKlein Collection en febrero pasado, por lo que algunos ya consideraban inminente la colaboración.
Reacción en redes de los seguidores
«No estaba lista, Benito», «Ya tengo nuevo fondo de pantalla», «Muchas gracias, de verdad»,»¿Puede alguien venir y resucitarme? Porque estoy muerta», «Eres el amor de mi vida» y letras de sus canciones como «un aplauso para mami y papi, porque en verdad rompieron» son algunos de los halagos que ha recibido al respecto.
Comentarios entre la admiración y el humor inundaron las publicaciones tanto de Calvin Klein como del propio artista, consolidando la campaña como un éxito indiscutible.
Sin embargo, esta misma viralidad pone sobre la mesa una cuestión recurrente en la industria publicitaria: la doble moral con la que se perciben las campañas de moda según el género del protagonista.
