El cáncer de colon es una de las formas más comunes de cáncer en el mundo, pero adoptar hábitos saludables puede reducir significativamente el riesgo de desarrollarlo.
Evita el cáncer de colon con una alimentación balanceada
Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y granos enteros es fundamental. Estos alimentos son ricos en fibra, lo que ayuda a mantener un sistema digestivo saludable.
La fibra no solo facilita la digestión, sino que también puede reducir el riesgo de cáncer de colon al acelerar el tránsito intestinal y disminuir la exposición del colon a sustancias potencialmente cancerígenas.
Evita el consumo excesivo de carnes rojas y procesadas, ya que se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer.
Mantener un peso saludable
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo conocidos para el cáncer de colon. Incorporar actividad física regular en tu rutina diaria te ayudará a mantener un peso saludable.
Intenta realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta. Además de ayudar a controlar el peso, el ejercicio regular mejora la salud en general y fortalece el sistema inmunológico.
No fumar
Fumar aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de colon. Si eres fumador, busca apoyo para dejar de fumar.
Hay numerosos recursos disponibles, como grupos de apoyo y programas de cesación, que pueden ayudarte en este proceso. Al dejar de fumar, no solo reducirás el riesgo de cáncer, sino que también mejorarás tu calidad de vida.
Limitar el consumo de alcohol
El consumo excesivo de alcohol se ha vinculado con un mayor riesgo de cáncer de colon. Si decides beber, hazlo con moderación. Esto generalmente significa hasta una bebida al día para las mujeres y hasta dos para los hombres.
Optar por bebidas sin alcohol o limitar las ocasiones de consumo puede marcar una gran diferencia en tu salud a largo plazo.
Realizar exámenes de detección
La detección precoz es clave para el tratamiento exitoso del cáncer de colon. Habla con tu médico sobre cuándo debes comenzar a realizar exámenes de detección, especialmente si tienes antecedentes familiares de la enfermedad o factores de riesgo adicionales.
Las pruebas como la colonoscopia permiten detectar pólipos antes de que se conviertan en cáncer.
