El Jueves Santo en Venezuela se vivió con una emoción especial. La oportunidad marcada por la tradición de visitar siete templos y el entusiasmo colectivo ante la inminente canonización de santos venezolanos, tuvo una sensación especial esta en Semana Santa en Venezuela. Miles de fieles recorrieron las iglesias desde temprano, con devoción y esperanza, inspirados por la noticia de que el papa Francisco aprobó la santificación de la Madre Carmen Rendiles y José Gregorio Hernández.
Ana María Jiménez, una devota de 35 años, expresó su emoción mientras recorría los templos con sus hijos: “Este año tengo la alegría de saber que tenemos nuestros primeros santos”. Como muchos otros, lo hacía en medio de un fuerte calor, con túnica púrpura y una cruz al hombro.
Semana Santa en Venezuela: Júbilo por canonizaciones
La canonización de santos venezolanos ha unido a creyentes de todo el país en una muestra de fe sin precedentes. José Gregorio Hernández, conocido como “el médico de los pobres”, es una figura ampliamente venerada desde hace décadas. Su proclamación como santo representa una reivindicación espiritual para millones de venezolanos.
La Madre Carmen Rendiles, fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús, también será canonizada próximamente. El Vaticano reconoció un segundo milagro atribuido a su intercesión, lo que completa el proceso para su santidad. Nacida sin el brazo izquierdo y marcada por esa condición, dedicó su vida a la educación y al servicio religioso, superando estigmas y barreras con humildad y entrega.
Para Daniel Trías, un comerciante de 41 años, esta Semana Santa es distinta. “Nuestros santos nos acompañan. En estos momentos tan duros, ellos son una luz de esperanza”, dijo mientras sostenía una imagen de José Gregorio.
Aunque el Vaticano aún no ha anunciado la fecha exacta de la ceremonia, la aprobación oficial fue emitida el 28 de marzo por el Dicasterio para las Causas de los Santos. Con ello, Venezuela suma dos figuras a su santoral oficial, en lo que muchos consideran un hito espiritual para el país.
La peregrinación del Jueves Santo de este año, lejos de ser solo una costumbre religiosa, se transformó en una manifestación de esperanza colectiva. La canonización de santos venezolanos no solo eleva al altar a dos figuras ejemplares, sino que también fortalece la fe de un pueblo que encuentra consuelo en su espiritualidad.