Tras la muerte del papa Francisco este 21 de abril, el Vaticano activó un protocolo riguroso que regula los pasos a seguir, desde la verificación del deceso hasta la elección de su sucesor. Este procedimiento está contenido en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, un libro litúrgico actualizado por el propio Francisco el 29 de abril de 2024 para simplificar los rituales definidos anteriormente por Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Una de las principales reformas de Francisco fue cambiar la verificación de la muerte: ahora no se realizará en la habitación del pontífice, sino en su capilla privada. Además, el cuerpo será colocado de inmediato en un ataúd de madera con interior de zinc. El uso del tradicional martillo de plata para confirmar la muerte ha quedado en desuso, según las nuevas disposiciones.
Medidas estrictas tras su fallecimiento
El documento prohíbe la toma de fotografías o grabaciones del papa en su lecho de muerte. Solo se podrán difundir imágenes con permiso del camarlengo, y siempre que el cuerpo esté vestido con los ornamentos pontificios.
Pese a que el papado es vitalicio, existen precedentes de renuncia, como las de Gregorio XII en 1415 y Benedicto XVI en 2013. Francisco, aunque permaneció hasta su muerte, actualizó los procedimientos de transición para mayor claridad institucional.
Transición de poder en el Vaticano
Tras el fallecimiento, los jefes de los organismos vaticanos cesan automáticamente en sus funciones. Sin embargo, sus segundos al mando continuarán con los asuntos ordinarios. Los nuncios apostólicos también conservarán sus cargos mientras se elige un nuevo papa.
Según el capítulo III del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, solo tres autoridades eclesiásticas mantienen su autoridad durante este período de sede vacante:
- El camarlengo, que administra los bienes del Vaticano.
- El vicario general de la diócesis de Roma, Angelo de Donatis.
- El arcipreste de la Basílica Vaticana y vicario del Estado de la Ciudad del Vaticano, Mauro Gambetti.
- El penitenciario mayor, Mauro Piacenza, encargado de los asuntos de confesión.
Así serán las exequias del papa Francisco
El cuerpo de Francisco será trasladado a la Basílica de San Pedro, donde se celebrarán exequias durante nueve días consecutivos, conforme a la Constitución Apostólica. Estas ceremonias están dedicadas al sufragio por el alma del papa y marcan el luto oficial en la Iglesia católica.
El ataúd será cerrado la víspera de la misa exequial solemne, la cual se celebrará en la Plaza de San Pedro y será presidida por el decano del Colegio Cardenalicio. Este acto reunirá a miles de fieles, dignatarios internacionales y representantes de diferentes credos.
El Collegium Cardinalium se encargará de gestionar la Iglesia durante la sede vacante. Aunque no puede modificar las normas ni tomar decisiones estructurales, será responsable de convocar el Cónclave para la elección del próximo papa.