El equipo ‘red’ volvió a ser campeón como en 2020, cuando cortó una sequía de 30 años, para retomar su exitosa historia reciente ya con merecimiento como el mejor equipo del fútbol británico.
A pesar del cambio de entrenador y el fin de la era de Jürgen Klopp, Arne Slot sorprendió al cortar el reinado del Manchester City.
El Liverpool reaccionó con tres goles antes del descanso, llevando a sus fanáticos al éxtasis en la espectacular primera temporada de Slot tras Jürgen Klopp.
Luis Díaz remató a bocajarro un pase de Dominic Szoboszlai para empatar el partido contra el Liverpool a los 16 minutos; el gol se concedió después de que el húngaro fuera declarado inicialmente fuera de juego.
Cualquier duda o ansiedad persistente se disipó ocho minutos después cuando Alexis Mac Allister disparó espectacularmente desde el borde del área y superó al portero de los Spurs, Guglielmo Vicario.
Y la fiesta por el título de Anfield realmente comenzó cuando a Cody Gakpo se le permitió tiempo y espacio dentro del área para girar y marcar el tercer gol del Liverpool después de 34 minutos.
El esperado día del Liverpool
Han pasado casi 35 años desde que el Liverpool y sus aficionados experimentaron la sensación de triunfo que supone ganar un título frente a sus propios hinchas, cuando el Queen’s Park Rangers fue derrotado por 2-1 el 28 de abril de 1990.
El triunfo del Liverpool se produjo durante la pandemia, por lo que para muchos fanáticos fue una celebración que se venía gestando desde hacía tres décadas, y lo celebraron con un estilo acorde con la larga espera.
Anfield estuvo rodeado de aficionados horas antes del inicio del partido, y el entrenador del equipo emergió entre columnas de humo rojo en este día histórico.
Y el Liverpool cumplió brillantemente, nunca conformándose con el único punto que necesitaba, barriendo a los Spurs de una manera que ilustró el notable trabajo realizado por el entrenador Arne Slot en su primera temporada.
En lo que muchos consideraban una tarea imposible, el tranquilo y mesurado Slot ha supervisado la más suave de las transiciones, logrando que el Liverpool se alzara con el título al galope.
Y la alegría del día quedó resumida en la respuesta de Salah al anotar el cuarto gol del Liverpool, cayendo de rodillas frente al Kop antes de tomarse una selfie que se convertirá en una posesión preciada.
La segunda mitad fue simplemente la antesala de la descarga de emoción y celebración en el pitido final tras una victoria que fue tan convincente como la campaña que llevó al Liverpool al título de la Premier League.