El cáncer de ovario es un tipo de cáncer que afecta a las mujeres y se origina en los ovarios. Identificar los factores de riesgo asociados a esta enfermedad es fundamental para la prevención y detección temprana.
La edad
La edad es uno de los factores más significativos en el desarrollo del cáncer de ovario. La mayoría de las mujeres diagnosticadas con esta enfermedad tienen más de 50 años.
Con el aumento de la edad, el riesgo también se incrementa, especialmente después de la menopausia. Por lo tanto, las mujeres deben estar especialmente atentas a cualquier síntoma inusual a medida que envejecen.
Historia familiar
Tener antecedentes familiares de cáncer de ovario o de otros cánceres ginecológicos, como el de mama o el endometrial, puede aumentar considerablemente el riesgo. Las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 son especialmente relevantes.
Si una mujer tiene familiares cercanos que han padecido estos tipos de cáncer, es recomendable que se realice pruebas genéticas y considere la opción de un seguimiento más riguroso.
Factores hormonales
Los cambios hormonales también juegan un papel crucial en el desarrollo del cáncer de ovario. Las mujeres que han utilizado terapia de reemplazo hormonal durante un largo período pueden tener un mayor riesgo.
Además, aquellas que no han tenido hijos o que han tenido su primer hijo después de los 35 años también presentan un riesgo elevado. La lactancia materna y el uso de anticonceptivos orales pueden, por el contrario, disminuir este riesgo.
Obesidad
La obesidad se ha relacionado con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el de ovario. La grasa corporal adicional puede influir en los niveles hormonales y contribuir a un ambiente propicio para el desarrollo de células cancerosas.
Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y actividad física regular es esencial para reducir el riesgo.
Síntomas y detección temprana
Es crucial que las mujeres se familiaricen con los síntomas del cáncer de ovario, que pueden incluir hinchazón abdominal, dolor, cambios en el apetito y fatiga.
La detección temprana aumenta las posibilidades de un tratamiento exitoso. Realizar chequeos médicos regulares y discutir cualquier síntoma inusual con un profesional de la salud puede marcar la diferencia.