El FC Barcelona es ya oficialmente el campeón de LaLiga 2024-2025. Después de su triunfo ante el Espanyol, el club suma su título número 28 a falta todavía de dos jornadas por disputarse, gracias al colchón de siete puntos.
Un colchón que se hacía impensable hace unos meses, a finales de 2024, cuando el conjunto azulgrana tocaba el que ha sido su suelo en la temporada.
El Barça de las remontadas ha plasmado esa filosofía en su evolución durante la liga.
La media goleadora, además, era espectacular. En el campeonato doméstico sumaban 33 goles en esas diez primeras jornadas, a más de tres por partido.
Con esos mimbres se plantaban en el Santiago Bernabéu para disputar su primer clásico con el objetivo de romper una mala racha de duelos particulares frente al Real Madrid. El resultado fue una goleada por 0-4 que dejó la clasificación temblando con seis puntos de ventaja.
Un 2025 casi perfecto
En liga empezó el año con un empate frente al Getafe (1-1), pero cabe decir que en realidad el Barcelona empezó el año goleando.
En la jornada 24 se igualaron a 51 puntos con la victoria del Barça ante el Rayo y el empate del Madrid ante Osasuna; y en la 26 se produjo el ‘sorpasso’ tras caer los blancos ante el Betis en el Villamarín.
Por entonces cada partido del eterno rival se contaba por victoria, en su caso frente a la Real Sociedad. Los de Hansi Flick han mantenido la racha incluso en momentos complicados, como cuando se vieron 2-0 abajo en el Metropolitano para acabar derrotando 2-4 al Atlético, que ya por entonces se había descolgado de la lucha por la Liga.
El Barça remontó también un 1-3 en contra contra el Celta de Vigo (4-3), el más difícil todavía, y otro 1-0 contra el Valladolid en Zorrilla. También remontaron al Madrid en el clásico que se ha antojado como decisivo, llegando a tener un 0-2 en contra.
El conjunto azulgrana también remontó un 1-2 a los blancos en la final de la Copa del Rey en Sevilla y cayeron eliminados por el Inter de Milán en Champions, no sin antes demostrar a los ‘neroazzurri’ en ambos partidos su carácter competitivo y su fe ante resultados adversos (3-3 y 4-3).
Así ha sido la temporada del Barcelona, una montaña rusa de goles y emociones que, al menos en Copa y Liga, ha tenido un final feliz.