Una red criminal conocida como “Las babys del Tren”, vinculada al Tren de Aragua, fue desmantelada en Perú luego de que las autoridades rescataran a mujeres venezolanas que eran sometidas a brutales condiciones de explotación sexual.
Torturas, castigos y control psicológico
Las víctimas, jóvenes de entre 18 y 20 años, permanecían encerradas en un inmueble del Callao donde eran golpeadas, forzadas a hacer ejercicio y torturadas con descargas eléctricas. Todo como parte de un sistema de control implementado por esta célula criminal femenina que operaba bajo órdenes de un sujeto identificado como “Javivi”.
Las mujeres eran obligadas a prostituirse en hoteles del distrito de Lince, una zona con alta actividad del comercio sexual en Lima. Las cabecillas eran también migrantes venezolanas que, tras haber sido víctimas, se convirtieron en victimarias y administraban las operaciones de la red.
Las controlaban con un grupo de WhatsApp
Según el reporte policial, las llamadas “madres” o “cuarteleras” organizaban la explotación a través de un grupo de WhatsApp llamado “Jehová es amor”. Desde ese canal digital se ordenaban castigos físicos por desobedecer reglas mínimas, como no sacar la basura o discutir con otras integrantes.
También imponían deudas falsas de hasta 15.000 soles (equivalente a unos 4.000 dólares) como excusa para justificar su esclavitud sexual. A las víctimas se les impedía salir del inmueble sin permiso y se les exigía mantener cierto peso corporal. Una de las mujeres relató que fue golpeada con un bate por incumplir una regla impuesta.
Crimen organizado transnacional
La operación policial que permitió rescatar a las víctimas es parte de un esfuerzo más amplio por desarticular las células del Tren de Aragua en Perú. Este caso revela una nueva fase del crimen organizado, donde mujeres migrantes son forzadas a formar parte de redes de trata a través del terror y la manipulación.