El conflicto entre Irán e Israel, que escaló peligrosamente durante casi dos semanas y fue bautizado por Donald Trump como la “guerra de los 12 días”, parece haber entrado en una etapa de pausa. Este lunes, ambas naciones aceptaron un cese al fuego mediado informalmente por el expresidente estadounidense, aunque la tregua ha sido frágil desde su anuncio.
Trump aseguró que Irán e Israel acudieron a él “casi simultáneamente” para pactar la paz, y afirmó que ordenó a las fuerzas israelíes no lanzar más ataques. Según medios oficiales, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y autoridades iraníes habrían aceptado el acuerdo de forma condicional: si una de las partes reanudaba las hostilidades, la otra respondería.
Violaciones a las pocas horas de la tregua
Aunque la tregua entró en vigor en la madrugada del lunes, no pasó mucho tiempo antes de que se reportaran nuevos ataques. Israel denunció que Irán lanzó misiles hacia su territorio, mientras que Teherán negó cualquier agresión posterior al cese al fuego.
En respuesta, Israel habría ejecutado “ataques de alta intensidad” sobre posiciones militares dentro de Irán, incluyendo objetivos estratégicos en Teherán. Estos hechos volvieron a tensar la frágil tregua apenas horas después de entrar en vigor.
La postura de Trump y la reacción internacional
Donald Trump, quien ha tomado un rol protagónico en este episodio pese a no ocupar un cargo oficial, criticó a ambos bandos por romper la tregua y calificó sus acciones como “inmaduras y poco estratégicas”. Aun así, sostuvo que el cese al fuego sigue técnicamente vigente y pidió calma a ambas partes.
Organismos internacionales como la ONU, así como países como Turquía, Rusia y Emiratos Árabes Unidos, han pedido una desescalada inmediata del conflicto. La comunidad internacional teme que una reanudación de los combates pueda involucrar a más actores regionales y afectar el suministro energético mundial, especialmente si se bloquea el estrecho de Ormuz.
¿Qué se espera ahora?
Aunque el cese al fuego sigue en pie de forma nominal, la situación es extremadamente tensa y podría degenerar rápidamente si no se refuerzan los canales diplomáticos. Los escenarios más probables a corto plazo incluyen:
- Un nuevo intento de mediación internacional: posiblemente a través de la ONU, Qatar o mediadores europeos.
- Una tregua condicionada más formal: bajo supervisión externa, que establezca mecanismos verificables de cumplimiento.
- Ataques selectivos encubiertos: especialmente si persiste la desconfianza mutua y no se establece una hoja de ruta clara para la desescalada.
En paralelo, la opinión pública israelí y sectores conservadores en Irán están presionando a sus gobiernos para que no cedan ante el otro, lo que complica aún más las posibilidades de estabilización.
¿Concluye el conflicto o a penas comienza?
El cese al fuego Irán-Israel es un respiro momentáneo en una escalada que podría haber desembocado en una guerra regional. No obstante, los ataques posteriores a la tregua y la mutua desconfianza dejan claro que el conflicto está lejos de concluir. Lo que ocurra en los próximos días determinará si esta tregua marca el inicio del fin del conflicto o simplemente una pausa estratégica antes de nuevos enfrentamientos.