El entrenador de la selección de Brasil, Carlo Ancelotti, fue condenado a un año de prisión por defraudar a Hacienda en el ejercicio fiscal de 2014. Esto según dictó la Audiencia Provincial de Madrid este martes 9 de julio. Aunque la Fiscalía solicitaba cuatro años y nueve meses de cárcel, el técnico italiano fue absuelto del segundo cargo correspondiente al año 2015.
La sentencia contra Ancelotti: un año de cárcel y multa
La justicia española estableció que Ancelotti simuló un contrato de cesión de derechos de imagen, creando un entramado empresarial para reducir su carga fiscal. Durante 2014, declaró como residente fiscal en España y pagó el IRPF correspondiente. Pero omitió los ingresos derivados de la explotación de su imagen, los cuales tampoco tributó en otro país.
Por esta razón, la Audiencia determinó que el exentrenador del Real Madrid defraudó al fisco un total de 386.361 euros. Como parte de la condena, deberá pagar esa misma cantidad como multa, no podrá recibir subvenciones ni incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante tres años. Además. se le impuso el pago de las costas judiciales.
Argumentos de la defensa no fueron aceptados
Durante el juicio, celebrado en abril, Ancelotti se declaró inocente, asegurando que actuó guiado por las indicaciones del club y sus asesores fiscales. Aunque su defensa solicitó la aplicación de atenuantes por haber pagado la deuda en 202. Y por supuestas dilaciones indebidas, el tribunal rechazó ambas solicitudes.
Según la sentencia, el pago de 1,4 millones de euros realizado tras un embargo de Hacienda no se consideró voluntario, por lo que no puede ser tomado como reparación del daño.
Absuelto del delito correspondiente a 2015
Respecto al año 2015, el tribunal determinó que no quedó demostrado que Carlo Ancelotti tuviera residencia fiscal en España durante ese período. Como este elemento es clave para configurar el delito de fraude tributario, el técnico fue absuelto del segundo cargo.
Contexto profesional: un mal momento para Ancelotti
Esta sentencia llega mientras Ancelotti afronta un inicio complicado como seleccionador de Brasil, acumulando presiones deportivas. El fallo judicial, aunque no implica prisión efectiva por tratarse de una condena menor a dos años y sin antecedentes penales, afecta su imagen pública y podría generar repercusiones a nivel profesional.