El cuerpo del joven venezolano Christian Ignacio Durán Díaz, de 26 años, asesinado el pasado 11 de junio en Chicago, fue repatriado este domingo 21 de julio a su ciudad natal, San Cristóbal, estado Táchira. La familia exigió justicia por el crimen, que ha causado conmoción en la comunidad migrante venezolana en Estados Unidos.
Durán residía en Utah junto a sus tres hermanos y se dedicaba a la compra y venta de vehículos. El día del hecho, viajó a Chicago para concretar la venta de un automóvil. Según relató su pareja, quien lo acompañaba, el crimen ocurrió durante una discusión por un pago pendiente.
Detalles del crimen que acabó con la vida de Christian Durán
La víctima fue asesinada de un disparo en la espalda en el vecindario de Auburn Gresham. La última conversación que sostuvo con su madre en Venezuela aún resuena entre sus allegados: “No te preocupes, en esta época del año oscurece tarde”.
De acuerdo con la policía, el principal sospechoso del asesinato es Luis Bermúdez, ciudadano venezolano oriundo del estado Carabobo, actualmente prófugo. Otras dos personas, identificadas como Yorman Josué, quien debía hacer el pago, y Yonatan, que lo acompañaba, son consideradas de interés en la investigación.
La novia de Christian, quien estaba con él en el momento del ataque, resultó ilesa. Narró que el agresor también le apuntó con el arma, pero finalmente huyó del lugar.
La comunidad venezolana en Utah colaboró con la repatriación
Durán fue llevado al Hospital Holy Cross, donde falleció a causa de la herida de bala. Posteriormente, su familia y allegados en Utah emprendieron una campaña de recolección de fondos para cumplir el deseo de su madre: repatriar sus restos a Venezuela.
Gracias al esfuerzo de sus hermanos y el apoyo de la organización Utahzolanos, el cuerpo de Christian Durán llegó a San Cristóbal. Su familia agradeció el respaldo recibido y reiteró su llamado a las autoridades estadounidenses y venezolanas para que el crimen no quede impune.
