El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, se reunirán este viernes en la base militar Elmendorf-Richardson, en Anchorage (Alaska), en un encuentro que genera gran expectativa internacional. La cita podría marcar un avance en las conversaciones para resolver el conflicto en Ucrania.
Reunión de alto nivel
El encuentro comenzará a las 11:00 hora local (22:00 hora de Moscú, 19:00 GMT) con una conversación privada entre ambos mandatarios, asistidos por traductores. Posteriormente, las delegaciones oficiales se sumarán a las negociaciones, que continuarán en un desayuno de trabajo.
Se trata del primer cara a cara entre Putin y Trump desde la cumbre del G-20 en Osaka, Japón, en 2019. Será además la primera vez que Putin pise suelo estadounidense en casi una década y su primer viaje a un país occidental desde la invasión a Ucrania en febrero de 2022.
Expectativas y posturas
El Kremlin ha señalado que la cumbre podría ser un punto de reinicio en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. El vocero Dmitri Peskov confirmó que el conflicto ucraniano será el tema central, calificando la agenda como “compleja y multifacética”.
Desde la Casa Blanca, Trump ha afirmado que la reunión será “importante para ambos países” y que podría dar paso a un segundo encuentro con la presencia del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, y posiblemente líderes europeos.
Delegaciones y lugar elegido
La delegación rusa estará integrada, además de Putin, por altos funcionarios como el canciller Serguéi Lavrov y el ministro de Defensa Andréi Beloúsov. La comitiva estadounidense estará encabezada por Trump y miembros clave de su gabinete.
La elección de Anchorage no es casual. Alaska perteneció a Rusia hasta 1867 y su cercanía geográfica con el territorio ruso le otorga un simbolismo histórico. La base Elmendorf-Richardson también alberga un cementerio conmemorativo de pilotos soviéticos y estadounidenses caídos en la Segunda Guerra Mundial.
Contexto de tensión
El encuentro se produce en medio de un incremento de ataques ucranianos, según Moscú, que acusa a Kiev de planear provocaciones para entorpecer la cumbre. Por su parte, Zelenski calificó la reunión como una “victoria personal” para Putin y advirtió que no reconocerá sus resultados si no se cumplen sus demandas.
Con las “apuestas altas”, como lo expresó Trump en su cuenta de Truth Social, el mundo seguirá de cerca cada palabra y gesto en esta histórica reunión.
