La reunión de Donald Trump y Volodimir Zelensky en la Casa Blanca este lunes se desarrolló en un ambiente mucho menos tenso que el registrado en su encuentro de hace seis meses. En aquella ocasión, las diferencias entre ambos mandatarios preocuparon a los aliados europeos. Esta vez, el tono fue conciliador y la cita estuvo acompañada por la presencia de líderes europeos que viajaron a Washington para respaldar a Ucrania.
Gestos que marcaron la diferencia
Uno de los cambios más notables fue la vestimenta de Zelensky. Atendiendo al pedido de Trump, dejó su uniforme militar y vistió traje oscuro. El presidente estadounidense respondió sonriente a la prensa con un mensaje directo al pueblo ucraniano: “Los queremos”.
A diferencia de febrero, cuando JD Vance y Marco Rubio intervinieron en la reunión, esta vez solo hablaron los dos mandatarios, dejando de lado las confrontaciones previas.
El contexto de la reunión
El encuentro se produjo apenas tres días después de la cumbre de Trump con Vladimir Putin en Alaska, lo que aumentó las expectativas sobre el rumbo de las conversaciones. Aunque Trump sugirió que Ucrania podría verse forzada a ceder territorio para alcanzar la paz, también aseguró que Estados Unidos ofrecerá garantías de seguridad, pero con Europa como principal responsable de la defensa.
Presencia de aliados europeos
El presidente ucraniano llegó acompañado del respaldo de varios líderes europeos, entre ellos Emmanuel Macron, Keir Starmer y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Trump destacó su presencia como un gesto de unidad en busca de la paz.
Un clima distendido, pero sin definiciones
La reunión dejó un contraste claro con la de hace seis meses: esta vez no hubo desplantes ni tensiones públicas. Sin embargo, la solución al conflicto sigue sin definirse. La posibilidad de un encuentro trilateral entre Trump, Zelensky y Putin quedó condicionada a la respuesta del Kremlin.
