Un secuestro ocurrido en Cabimas, estado Zulia, dejó al descubierto la traición de un supuesto amigo. Esta persona fue quien planificó junto a otros cómplices el rapto de un comerciante de 36 años. El hecho fue esclarecido por el Cicpc tras una ardua investigación.
La traición detrás del secuestro
La víctima, identificada como Kaissan Aldebal Oubied, fue atacada al salir de la vivienda de quien consideraba su amigo. Allí, un grupo de hombres lo sometió con golpes y lo obligó a subir a un vehículo. La investigación reveló que el propio Kaissan había contratado a los secuestradores para planificar su rapto. Presuntamente, con el fin de exigirle a la familia un pago de 50 mil dólares.
Para no levantar sospechas, el supuesto amigo también fue agredido durante el hecho, con la intención de simular que él también era víctima de los atacantes. Sin embargo, las pesquisas determinaron su participación como autor intelectual del plan.
Cómo se ejecutó el secuestro
Los responsables actuaron en complicidad: Rodrigo José Durán Gutiérrez (37), Reimor Samuel Reyes Chirinos (29) y Frank José Piña Franco (32), junto a Rafael Belisario Gutiérrez Colina (40), aún prófugo. El grupo interceptó al comerciante cuando este acudía a entregar medicamentos a la vivienda de Kaissan, donde se ejecutó la emboscada.
Gracias a la presión de los cuerpos de seguridad y al despliegue de campo, la víctima fue liberada sin que se pagara el monto exigido por los delincuentes.
Detenciones y evidencias recuperadas
Las autoridades lograron detener a tres de los implicados y recuperaron varias pertenencias vinculadas al caso: el vehículo de la víctima, un Kia Stylus placa AD346UM, una moto Bera Kavak placa AW3M18V y un Chevrolet Trailblazer. También incautaron cuatro teléfonos y un arma de fuego utilizada en el hecho.
El Cicpc confirmó que todos los detenidos fueron puestos a la orden del Ministerio Público del estado Zulia, mientras continúa la búsqueda de Rafael Belisario Gutiérrez Colina, señalado como uno de los ejecutores.
El trasfondo del caso
Este hecho refleja cómo la confianza entre allegados puede ser utilizada para fines criminales. El plan delictivo se centró en la cercanía de la víctima con su supuesto amigo, quien aprovechó esa relación para facilitar el secuestro.
Las autoridades destacaron que seguirán las investigaciones para determinar si los implicados forman parte de una red dedicada a delitos similares en la región.
