Miles de fieles venezolanos se congregaron el domingo 19 de octubre en la Plaza de San Pedro para celebrar la canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles,. Sin duda, un hecho histórico que convirtió a ambos en los primeros santos de Venezuela.
La ceremonia, presidida por el papa León XIV, reunió a peregrinos de distintas partes del mundo que ondearon banderas venezolanas. También, entonaron cantos en honor al médico de los pobres y a la madre fundadora de las Siervas de Jesús.
Un día histórico para Venezuela
La canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles fue un acontecimiento de profunda emoción nacional. Durante la misa solemne, el papa León XIV pronunció la fórmula de canonización que elevó oficialmente a ambos al honor de los altares.
El momento fue recibido con aplausos, lágrimas y oraciones por miles de venezolanos presentes en la plaza. Así como por millones de personas que siguieron la transmisión desde iglesias y plazas públicas del país.
José Gregorio Hernández fue reconocido por su vida dedicada al servicio de los enfermos y pobres. Mientras que la madre Carmen Rendiles destacó por su labor educativa y religiosa.
Los momentos más emotivos de la ceremonia
Uno de los instantes más conmovedores fue cuando se presentó el relicario con restos de ambos santos ante el altar mayor de San Pedro. Luego, el papa bendijo las imágenes oficiales de José Gregorio y de la madre Carmen, colocadas junto al altar. Al mismo tiempo se entonaba el himno nacional de Venezuela.
También se destacó la presencia de una amplia delegación venezolana conformada por autoridades eclesiásticas, religiosas y civiles, además de numerosos connacionales que viajaron desde distintas partes de Europa para presenciar el acto.
En Caracas, la Plaza Bolívar se llenó de fieles que siguieron la ceremonia en pantallas gigantes, convirtiendo el evento en una celebración nacional simultánea entre Roma y Venezuela.
Significado espiritual y cultural
El Vaticano destacó el ejemplo de ambos santos como modelos de humildad y entrega. José Gregorio fue descrito como “médico de los pobres y apóstol de la caridad”, mientras que la madre Carmen Rendiles fue recordada por su vocación silenciosa y su liderazgo dentro de la vida consagrada.
La canonización no solo tiene un valor religioso, sino también simbólico: representa un reconocimiento a la fe y resiliencia del pueblo venezolano en medio de las dificultades.
Con esta proclamación, Venezuela cuenta por primera vez con dos figuras elevadas a la santidad, un motivo de orgullo que unió al país bajo un mismo sentimiento de esperanza y fe.