Todos los adornos navideños, incluyendo los árboles, campanas, muérdagos y luces, han sido retirados de los espacios públicos en distintas ciudades del país asiático, en un intento (o más bien, orden) de darle prioridad a las tradiciones nacionales, rechazando las anglosajonas.
En la ciudad de Langfang, autoridades dieron la orden de que se retirara todo ornamento navideño y prohibió a todos los negocios vender adornos alusivos a la celebración. La versión oficial dijo que era un intento por mantener orden y evitar disturbios.
Mientras tanto, en la ciudad de Changsha, escuelas enviaron comunicados oficiales a padres de familia exhortándolos a no celebrar “fiestas occidentales”, incluyendo la Navidad, así como a rechazar los adornos navideños, los mensajes celebratorios e incluso el intercambio de regalos con motivo de la Navidad.
Al menos cuatro ciudades en China han eliminado los adornos navideños, reportan agencias noticiosas.
The Guardian reporta que un profesor de Huangshan utilizó la red social Weibo para enviar un recordatorio a todos sus contactos sobre el comunicado reciente del departamento de Propaganda del país, el cual indica que no se debe acudir a fiestas navideñas y otras tradiciones como regalarle una manzana a los profesores, una costumbre navideña en China que viene de un juego de palabras.
Asimismo, dijo que los maestros deben “fortalecer la educación de la cultura tradicional china para los estudiantes y guiar a los estudiantes a rechazar festivales en el extranjero como la Navidad”.
Estos mensajes ocurren en medio de una ola de cierre de iglesias (de tradición occidental) en el país. De acuerdo a autoridades, todo es en pos de promover un fortalecimiento a las tradiciones ancestrales de China y no tanto un rechazo hacia el cristianismo, sino únicamente a las costumbres occidentales.
El partido comunista en China es oficialmente ateo y desde el año pasado lucha por eliminar celebraciones religiosas en el país.
No obstante, otras ciudades mantendrán los adornos navideños, como Beijing, pues para muchos chinos la celebración no tiene nada que ver con la religión sino, al igual que en la mayoría del mundo, con una época de compras.
Fuente: NoticiasYa