Luego de los días de Carnaval, la religión cristiana celebra el conocido “Miércoles de Ceniza”, que según el calendario litúrgico, marca el comienzo de la Cuaresma o el inicio de la preparación espiritual para recibir la Semana Santa.
La Cuaresma, del latín quadragésima, significa los 40 días antes de la Pascua como toda festividad y es un tiempo dedicado a la purificación e iluminación. Como cada religión, muchos mitos giran al rededor de estas fechas. La práctica de estas costumbres datan desde hace 300 años D.C cuando los judíos solían cubrirse de ceniza como símbolo de sacrificio y de conversión a Dios.
Las cenizas son extraídas de las palmas benditas el Domingo de Ramos del año anterior para luego ser bendecidas y colocadas sobre la frente de los fieles en símbolo de la caducidad de la condición humana. Mientras el sacerdote las coloca recita la frase: “Acuérdate de que eres polvo y a polvos volverás”.
Como signo penitencial entre las prácticas más famosas de este período resalta la abstinencia de carnes rojas todos los Viernes Santos. En la antigüedad, se cumplía un ayuno total, en la que las personas debían sobrevivir con pocas cantidades de comida y mucha oración.