Dos pistoleros, en una moto cada uno, llegaron al asentamiento humano Colinas del Tunal directo a la casa del venezolano Juan Esteban Rivas Figueira preguntando por ‘Mou’.
Eran las 8:00 de la noche cuando Rivas Figueira estaba sentado a la entrada del humilde rancho en compañía de su cuñada. Su esposa y sus cuatro hijos (de 10, 8, 5 y 2 años) estaban adentro.
Los desconocidos pasaron primero por el frente de la casa, pero luego se devolvieron. Esta acción alertó al extranjero que de inmediato se tornó nervioso y miró con preocupación a su cuñada.
Según conocieron las autoridades, la víctima les respondió que él no era ‘Mou’, sino que se llamaba Juan Esteban. Sin embargo, los sujetos se bajaron de las motos y uno de ellos sentenció a la mujer para que no se moviera y permaneciera callada.
Enseguida, sin piedad alguna, el homicida dejó ver el arma de fuego y le disparó en repetidas ocasiones al venezolano. La cuñada permanecía inmóvil e impotente, mientras que el hombre le rogaba que lo ayudara.
Según testigos, el segundo pistolero remató a la víctima. Vecinos de este sector, cercano a la cárcel de Cúcuta, dijeron haber escuchado al menos 14 tiros.
Los niños
Cuando los asesinos ya se habían marchado, la compañera de Juan Esteban salió a mirar que había ocurrido, enfrentándose con la dolorosa escena de ver a su compañero muerto y ensangrentado en el suelo. Detrás salieron sus hijos.
En ese momento, la cuñada pudo abrir los ojos y reaccionó gritando pidiendo ayuda, porque aún creía que su pariente estaba vivo. Pero, nadie acudió en su apoyo.
La pareja trabajaba como chatarreros y tenían 16 años de vivir juntos. A Cúcuta llegaron hace un año, procedentes de Venezuela, y hace pocos meses residían en este sector, también conocido como Seis de Reyes, tras adquirir un lote propio.
Rivas Figueira, de 38 años, nacido en Caracas, no había manifestado amenazas en su contra.
“Él no estaba nervioso ni preocupado, más bien se la pasaba alegre. Por estos días solo quería ver a su mamá en la ciudad de Barquisimeto (Venezuela) y llevarle unos medicamentos porque sufría del corazón”, señaló uno de los familiares.
Unidades de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) adelantaron el levantamiento y llevaron el cadáver a la morgue de Medicina Legal. Los funcionarios adelantan las investigaciones para dar con el paradero de los responsables.
Ante lo ocurrido, la esposa, que no ha parado de llorar, y los hijos de Juan Esteban regresarán a Venezuela por el temor a represalias y en vista de la difícil situación económica que ahora enfrentan.
Fuente: La Opinión