La atleta venezolana, Yulimar Rojas, escribió un nuevo capítulo en la historia del deporte al hacerse de un nuevo récord mundial en salto triple.
La atleta de 26 años se proclamó por tercera vez campeona del mundo de salto triple en pista cubierta al dejar marca de 15,74, con lo que queda a solo 26 centímetros de alcanzar su objetivo de convertirse en la primera mujer que supera los 16 metros.
Rojas tenía el récord mundial absoluto con los 15,67 metros que le dieron el título olímpico en Tokio 2020; y el de pista cubierta en los 15,43 que alcanzó hace dos años en la reunión de Madrid.
Le acompañaron en el podio la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk; que pulverizó su marca personal en el último salto con 14,74; y la jamaicana Kimberly Williams con 14,59, mientras que la española Ana Peleteiro, bronce olímpico en Tokio 2020 y compañera de entrenamientos de Yulimar, acabó octava con 14,30.
El año pasado superó los 15 metros en sus ocho competiciones y en este 2022 va por el mismo camino. En su primer salto, técnicamente imperfecto, sentenció la contienda con 15,19. Ya tenía el oro. A partir de ahí tenía que arriesgar en busca de un nuevo récord, que se hizo esperar.
En la quinta ronda Rojas batió ya el récord de los campeonatos con 15,36, pero quedaba lo mejor. Pidió palmas al público, se animó con sus gritos característicos en la cabecera de pista, enfiló el pasillo y aterrizó a 15,74 metros de la tabla.
La “otra” competición dentro de la propia final, la lucha por la medalla de plata, estaba, por el contrario, muy abierta.
Kimberly Williams, subcampeona hace cuatro años, abrió el concurso con un salto de 14,59 que auguraba no solo un podio caro, sino también el corte reservado a ocho de las dieciséis tras la tercera ronda.
Peleteiro, bronce en el Mundial en sala anterior, empezó con su mejor marca del año (14,30), cuarta en el primer turno, y estuvo litigando con el despegue sin conseguir mejorar ya su primer registro.