Un relajamiento en las tensiones bilaterales vaticinan analistas venezolanos sea cual sea el vencedor en las elecciones presidenciales de Colombia, pautadas para el 29 de mayo, en las que se perfilan como favoritos a pasar a la segunda vuelta el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro y el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez.
Los gobiernos de ambos países rompieron relaciones diplomáticas a comienzos del año 2019, cuando el mandatario colombiano, Iván Duque, reconoció al opositor venezolano, Juan Guaidó, como presidente interino. Desde ese momento hasta hoy, los choques verbales entre Duque y Nicolás Maduro han sido constantes.
“Definitivamente, pase lo que pase, habrá un cambio de estrategia con respecto a Venezuela”, apunta el abogado y consultor político Giulio Cellini. “En el caso de Petro, por supuesto que veremos una reanudación absoluta y definitiva de las relaciones diplomáticas, políticas, comerciales y de toda naturaleza. En el caso de que resulte vencedor Federico Gutiérrez, no hay duda de que vamos a ver un cambio de estrategia también, más tímido, porque hay mayores resistencias y mayores críticas con respecto al gobierno venezolano”, destaca Cellini.
“Va a bajar un poco el tono. Llegamos a la cúspide de los ataques personales y creo que esto va a estar en la geopolítica mundial de negociación y diálogo entre poderes de carácter supranacional”, coincide el diplomático Julio César Pineda, quien se desempeñó décadas atrás como embajador de Caracas en Corea del Sur, Kuwait y Libia.
Ni Maduro ni Guaidó han apoyado, frontalmente, a alguno de los dos candidatos que las encuentas dan con ventajas y que podrían ocupar la presidencia de Colombia. Sin embargo, el internacionalista y profesor universitario, Félix Gerardo Arellano, cree que, de resultar vencedor Gustavo Petro, buscaría reconfigurar las alianzas de izquierda en Latinoamérica.
“Inmediatamente, ofreciéndose para el diálogo (entre oficialismo y oposición), pidiendo cambiar la sede de (las conversaciones) de México a Bogotá, planteándose como la opción para las negociaciones”, detalla Arellano a VOA.
El posible giro en los lazos bilaterales estaría marcado por un previo acuerdo con Maduro para regularizar la economía y el tránsito en las zonas limítrofes, que han pasado por diferentes restricciones desde 2016.
“Tenemos más de dos mil kilómetros de frontera común y un comercio que, en su mejor momento, llegó a 7.000 millones de dólares, que está por el suelo y que hay que rehacerlo”, sostiene el embajador Pineda.
Colombia es el mayor receptor de venezolanos, abrigando a cerca de 1 millón 700 mil inmigrantes, entre ellos, políticos disidentes que solicitaron refugio al gobierno de Iván Duque. Debido al cierre de los consulados, en 2019, estos ciudadanos se han quedado sin la oportunidad de tramitar sus documentos de identidad como el pasaporte. Por ello, reabrir las oficinas diplomáticas es otro de los temas que podría discutir el futuro presidente de Colombia con el mandatario venezolano.