Las autoridades de Panamá y Colombia se reunirán con la finalidad de establecer una ruta segura para los migrantes irregulares que cruzan la frontera por la Selva del Darién.
La Defensoría del Pueblo de Panamá informó que se dio una reunión de coordinación con el Ministerio de Seguridad, Servicio Nacional de Migración, Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y el Ministerio de Salud con la finalidad de establecer una estrategia interinstitucional que garantice una ruta segura para los migrantes que pasan por la frontera entre Colombia y Panamá.
El defensor del Pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc, alertó que ante la falta de información por parte de las autoridades colombianas era difícil conocer cuántos migrantes no logran llegar a los puntos de control del país centroamericano, tras ingresar a la selva darienita.
Las autoridades panameñas plantearon la importancia de mantener una ruta terrestre más segura para estos viajeros, en especial de los niños, niñas y adolescentes.
«Se prevé para el mes de agosto una reunión bilateral entre la Defensoría del Pueblo de Panamá y la de Colombia, junto a autoridades panameñas de migración y de salud, para enfatizar la necesidad de establecer la ruta menos peligrosa para los migrantes», señaló la Defensoría del Pueblo de Panamá.
El año pasado Panamá registró el paso de al menos 130 mil viajeros irregulares por Darién, la mayoría con destino hacia Estados Unidos. De esa cantidad, unos 29 mil eran menores de edad.
En los primeros cinco meses de 2022 ya han cruzado la frontera 32 mil migrantes, aunque se estima que la cifra ya podría superar los 50 mil sumando lo de junio.
Darién la ruta hacia el infierno
La ruta del Darién constituye un verdadero infierno. Más de 10 migrantes venezolanos han fallecido en menos de siete meses, pero esa cifra es de sólo los casos corroborados por este medio. Se estima que habría un número mucho mayor, el cual se desconoce porque las autoridades no tienen presencia en la zona.
De los que atraviesan la ruta, la mayoría venezolanos, miles llegan enfermos, debido a lo hostil de un trayecto en el que hay caudalosos ríos, animales salvajes y venenosos, terreno empantanado, montañas inclinadas, inmensos precipicios, así como grupos narcocriminales y de delincuencia común que violan a mujeres, roba y secuestra momentáneamente a los migrantes para extorsionar a sus familias.
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Un reciente estudio de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), 81% de los migrantes reportaron haber sufrido lesiones en su paso por la inhóspita selva. De esa cifra, 91% presentó severas lesiones en los pies.
Con información de Prensa Panamá
