La economía venezolana ha experimentado una contracción del -8,5% en el primer trimestre de 2023, según datos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF). Este resultado contrasta con el rebote que la economía registró en años anteriores. A pesar de las expectativas de crecimiento para este año, existen varios factores que podrían obstaculizar el avance económico del país.
En este análisis, se examinarán las posibles causas de esta desaceleración y su impacto en la actividad económica de Venezuela.
Uno de los factores que podrían explicar esta contracción es el rebrote de la inflación. Después de mostrar una disminución en los últimos años, los precios han vuelto a aumentar, lo que ha llevado a un rápido incremento de la inflación. Esto ha afectado negativamente el poder adquisitivo de los ciudadanos y ha repercutido en el consumo, que es un componente fundamental de la demanda y la actividad económica.
Otro punto a considerar es la pérdida del poder de compra de los salarios. El aumento de la inflación, combinado con la devaluación de la moneda, ha provocado una caída significativa en el poder adquisitivo de los trabajadores, incluso para aquellos que tienen sus salarios parcialmente dolarizados. Esta situación debilita aún más la actividad económica y el consumo en el país.
La implementación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) y el incremento de las tasas de impuestos municipales y otras cargas fiscales también han afectado negativamente la actividad económica y comercial. El IGTF es acumulativo y regresivo, lo que ha contribuido a la desaceleración del consumo y las importaciones.
Además, la búsqueda de mayores ingresos por parte de las alcaldías y gobernaciones ha impactado la inversión existente y ha afectado el empleo y el consumo.
La corrupción en PDVSA también puede ser un factor desencadenante de la contracción económica. Los problemas recientes en la compañía petrolera estatal han afectado los ingresos del sector público y han detenido cualquier proceso de reactivación o inversión. Además, los posibles inversores han optado por desistir de los negocios con PDVSA debido a la incertidumbre.
La economía venezolana enfrenta desafíos significativos que podrían frenar su crecimiento. El rebrote de la inflación, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, la implementación de impuestos regresivos, y la corrupción en PDVSA son factores que han impactado negativamente la actividad económica del país.
Es crucial contar con datos confiables y oportunos para comprender la realidad económica y desarrollar soluciones efectivas. Se requiere un enfoque integral que aborde los desequilibrios macroeconómicos y fomente un entorno propicio para el crecimiento sostenible.