La coordinadora de Redes y Activismo del Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Cristina Ciordia, ha alertado sobre la situación de vulnerabilidad que experimentan las mujeres, niñas y adolescentes migrantes venezolanas en el extranjero.
A través de un estudio realizado por la organización, se han evidenciado los riesgos relacionados con la violencia de género, la trata y el tráfico de personas, así como las condiciones precarias en las que se desarrolla la movilidad humana.
Estos datos reflejan la complejidad de la crisis humanitaria que enfrentan estas mujeres.
El estudio de Cepaz, basado en entrevistas y datos proporcionados por varios países de la región, revela que los tipos de violencia más frecuentes que enfrentan las mujeres migrantes son la violencia física (35%), seguida de la violencia verbal, psicológica y sexual (10%).
Se destaca que los países donde se han registrado mayor incidencia de estas agresiones son Ecuador, Perú y Colombia. En Colombia, por ejemplo, se ha observado un aumento del 71% en los casos de maltrato de género entre 2018 y 2021, mientras que en Perú el indicador aumentó en un 31%, y en Ecuador la cifra también se incrementó.
La falta de documentación de estas mujeres las convierte en víctimas especialmente vulnerables de la trata de personas. La imposibilidad de probar su identidad las expone a caer en manos de traficantes que ofrecen traslados irregulares sin documentos, dejándolas sin opciones de solicitar protección.
Además, la búsqueda de oportunidades económicas puede llevarlas a caer en redes de trata.
En cuanto a las acciones necesarias para apoyar a este flujo migratorio, se han formulado recomendaciones a distintos actores, incluyendo al Estado venezolano para que brinde respuestas a través de sus oficinas consulares en el exterior.
También se destaca la importancia de fortalecer la cooperación regional y binacional con los países limítrofes para abordar el problema de la trata de personas, que ha aumentado en los últimos años.
Es fundamental que los países de acogida velen por la integridad de las mujeres migrantes y cumplan con sus obligaciones internacionales hacia los migrantes.
La vulnerabilidad de las mujeres migrantes, especialmente las venezolanas, constituye una preocupación urgente. Los riesgos a los que se enfrentan, como la violencia de género y la trata de personas, requieren una respuesta integral por parte de los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad internacional.
Es fundamental fortalecer la protección de los derechos humanos de estas mujeres y brindarles apoyo en su proceso de integración en los países de acogida. Organizaciones como Cepaz desempeñan un papel crucial al proporcionar ayuda y asistencia, pero se requiere un compromiso colectivo para abordar los desafíos que enfrentan las mujeres migrantes y garantizar su seguridad y bienestar.