La falta de gasolina en Venezuela se ha convertido en una crisis recurrente que afecta a millones de ciudadanos. A pesar de los informes oficiales que aseguran un “normal funcionamiento” de las gasolineras, la realidad es que largas colas y largas esperas se han vuelto rutinarias en diferentes regiones del país.
Examinaremos las causas y consecuencias de la escasez de combustible en Venezuela, así como los desafíos que enfrentan los ciudadanos en su día a día.
Durante más de una década, la falta de gasolina ha sido un problema intermitente en Venezuela. Según expertos y trabajadores de la industria petrolera, esta crisis se debe a un problema estructural en la industria. Actualmente, se refinan solo 135,000 barriles de petróleo diarios de los 250,000 necesarios para cubrir la demanda interna, que incluye los requisitos del parque automotor venezolano. Esto significa que las refinerías trabajan solo al 10% de su capacidad instalada, lo cual contradice la afirmación de normalidad en el abastecimiento por parte de la estatal Pdvsa.
La falta de inversión y mantenimiento son consideradas como las principales causas de la crisis actual. La pérdida de personal especializado y la disminución de los procesos de mantenimiento y supervisión en la cadena de producción han contribuido a esta situación.
El sindicalista Iván Freites también señala que las paralizaciones en las empresas de refinación nacional son otro factor determinante. Estas empresas experimentan constantes fluctuaciones en sus niveles de producción debido a problemas en la maquinaria y los instrumentos.
La falta de recursos financieros por parte del Estado para invertir en la industria petrolera ha agravado la situación. Según Rafael Quiroz, experto petrolero, mientras no haya inversiones serias y significativas en el sector, no se resolverá el problema. Esta falta de inversión ha llevado a períodos de escasez intermitente que ya se consideran normales en el país.
La escasez de gasolina en Venezuela se ha convertido en una crisis rutinaria que afecta profundamente la vida de los ciudadanos. La falta de inversión y mantenimiento en la industria petrolera, la pérdida de personal especializado y los problemas operativos en las empresas de refinación han contribuido a esta situación.
Los venezolanos se enfrentan a largas colas y esperas, afectando su rutina diaria y su capacidad para llevar a cabo actividades básicas. Es evidente que se requieren acciones urgentes y una inversión significativa en la industria petrolera para resolver esta problemática y proporcionar a los ciudadanos un acceso adecuado a los combustibles necesarios para su vida cotidiana.