El fenómeno del crimen organizado transnacional en América Latina requiere una atención urgente por parte de las autoridades. Los grupos delictivos han logrado infiltrarse en todos los niveles de la sociedad, incluso en los gobiernos, como lo demuestra el caso del Tren de Aragua. En una entrevista con EFE, la periodista e investigadora venezolana Ronna Rísquez discute su libro “El Tren de Aragua. La banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina”, donde expone la necesidad de que los gobiernos se enfoquen en combatir y frenar este flagelo que afecta a la región.
Rísquez enfatiza que el Tren de Aragua es solo un ejemplo que ilustra la presencia del crimen organizado en América Latina. La autora señala que se han observado grupos criminales organizados con características particulares, como los carteles mexicanos y las maras en Centroamérica. La peligrosidad del Tren de Aragua radica en su participación en actividades delictivas que generan corrupción en los gobiernos locales, regionales y nacionales.
La investigación de Rísquez revela que el Tren de Aragua es una organización criminal que opera en varios países de la región, desde Venezuela hasta Chile. Su centro de operaciones se encuentra en la prisión de Tocorón, en el estado venezolano de Aragua. La periodista ingresó a Tocorón y constató la existencia de lujosas instalaciones y servicios dentro de la prisión, financiados por actividades criminales.
El Tren de Aragua utiliza diversas estrategias para expandir su negocio, incluyendo la extorsión a los reclusos y la participación en una amplia gama de delitos en el extranjero. Sus principales fuentes de ingresos son los migrantes y las mujeres que son víctimas de redes de prostitución. La banda se ha aprovechado de la crisis migratoria en Venezuela y ha establecido el control sobre los pasos fronterizos irregulares.
Rísquez destaca que el Tren de Aragua ha logrado establecer alianzas con grupos delictivos locales en los países donde opera, generando conflictos por el control del territorio. Esta dinámica ha convertido al Tren de Aragua en una industria transnacional del crimen.
El caso del Tren de Aragua ejemplifica la complejidad del crimen organizado transnacional en América Latina y la necesidad de que las autoridades y los gobiernos enfoquen sus esfuerzos en combatirlo. La presencia del crimen en todos los niveles de la sociedad, incluyendo la corrupción gubernamental, representa una amenaza para la estabilidad y seguridad de la región. El libro de Ronna Rísquez busca generar conciencia sobre las dinámicas del crimen y la violencia en Venezuela, así como en toda América Latina, y la importancia de abordar estos problemas de manera efectiva.
