Ciudad Bolívar ha sido cuna de grandes artistas, pintores, músicos, poetas y sobre todo orfebres maestros de la joyería.
Ayer miércoles se marchó de este plano terrenal uno de ellos, quizás el último de esa camada de artistas del oro y la plata, Tito Amando Gómez , a los 89 años.
Guayanés de pura cepa, Don Tito Gómez, ejerció en los más importantes centros joyeros de Caracas ciudad hasta donde trajo lo aprendido de especialistas en el arte de dar forma al metal hasta convertirlo en joyas.
De su época se recuerdan creaciones de un impecable estilo joyero que surgió en Ciudad Bolívar y El Callao de las manos de orfebres como Concho Flores, los hermanos Branchi, Cosme Tiapa, Ojeda, Luces, Yuyín, entre otros, e impulsores de este arte y oficio como Luis Fernandez, Alberto Hernandez Chucho Lezama y VonBüren.
Tito Amando Gómez destacó en las finas creaciones de filigranas y en la difícil especialidad del vaciado, engaste de piedras preciosas y esmaltado en anillos y medallas .
En la región guayanesa, la tierra donde ha brotado “el cochano” , formación del oro bruto que surge en sus ríos, se desarrolló un estilo joyero que lleva este nombre y que se reconoce en pulseras, anillos, medallas, zarcillos y cadenas por su color amarillo intenso y mate que logran los maestros orfebres luego de un proceso químico y de aleaciones de metales. En la tendencia del “cochano” y en otras de acabados pulidos, con esmeril y con buril se desarrolló Don Tito Amando Gómez .
Así como orgulloso estaba este maestro joyero de su oficio, también lo estaba de su familia y al partir este martes se va tranquilo dejando un legado de honestidad que sus hijos sabrán transmitir a los suyos.
Don Tito Amando Gómez, quizás el último de los orfebres de la escuela guayanesa, será despedido por sus familiares y amigos este jueves, a las 4 de la tarde en el Cementerio del Este.
Descanse en Paz.