Un inquietante suceso ha sacudido el tranquilo escenario del hospital Luis Ortega en Porlamar, estado Nueva Esparta. La enfermera Yohana Cristy Camacho Salazar, de 45 años, residente en La Vecindad, municipio Gómez, ha sido detenida por el presunto robo de una recién nacida. Este incidente, que ha dejado a la comunidad conmocionada, revela una realidad alarmante en el sistema hospitalario.
El Sigiloso Robo:
En un acto que desafía la confianza depositada en el personal de salud, Yohana Cristy Camacho Salazar logró sustraer a la recién nacida del hospital Luis Ortega sin ser detectada por los sistemas de seguridad. El modus operandi involucró el ocultamiento del bebé en un bolso, una acción ejecutada con tal destreza que pasó desapercibida hasta que la enfermera, aparentemente consumida por el remordimiento, solicitó auxilio a funcionarios de Polimaneiro mientras se dirigía hacia Los Chacos de Maneiro.
El Desgarrador Relato Familiar:
Los familiares de la bebé, nacida el viernes 15 de diciembre, enfrentaron una angustia desgarradora al descubrir la ausencia de la recién nacida en el retén del hospital. La madre, tras dar a luz por cesárea, dejó a su hija en un pasillo, y al buscarla a las 7 de la noche, la familia se percató de su desaparición, desencadenando una denuncia que resonó en la comunidad.
Deficiencias en la Seguridad Hospitalaria:
La falta de seguridad en el nosocomio ha sido señalada por médicos del hospital, quienes consideran que este incidente no sorprende dada la situación precaria. El caso adquiere un tono más preocupante en el contexto de la alta tasa de mortalidad neonatal en el hospital Luis Ortega, convirtiéndose en un tema recurrente que preocupa a las comunidades insulares.
Trascendencia del Caso:
La enfermera Yohana Cristy Camacho Salazar, ahora bajo custodia, enfrentará una investigación a cargo de la fiscalía séptima del Ministerio Público del estado Nueva Esparta. El escándalo, más allá de sus implicaciones individuales, destapa problemas sistémicos en la seguridad hospitalaria y agrega un capítulo sombrío a la ya preocupante situación neonatal en la región.
Este perturbador incidente arroja luz sobre las vulnerabilidades en el sistema de salud, donde la confianza depositada en el personal se ve traicionada. La angustia de una familia y la negligencia en la seguridad hospitalaria plantean preguntas cruciales sobre la protección de los más indefensos. Más allá de las acciones legales que se tomen, este caso exige una profunda reflexión sobre las medidas necesarias para garantizar la integridad de los recién nacidos y restaurar la confianza en las instituciones de salud.