Tras la partida del buque de guerra británico HMS ‘Trent’ de las aguas disputadas entre Guyana y Venezuela ha reaccionado con un posicionamiento defensivo marcado por una “nueva fase” en sus operaciones militares.
Este acontecimiento, que desencadenó tensiones a raíz de la centenaria disputa territorial por el Esequibo, ha llevado a Venezuela a permanecer en alerta y reforzar su presencia militar en la región.
Refuerzo Militar Tras Retiro del Buque Británico:
Tras el retiro del buque de guerra británico, el ministro de defensa, Vladimir Padrino López, ha destacado la postura firme de Venezuela para salvaguardar su “dignidad” nacional.
El país ha replegado parte de sus medios aeronavales a sus bases, pasando así a una nueva fase del Ejercicio de Acción Conjunta Sifontes, como afirmó el presidente Nicolás Maduro.
Detalles de la “Nueva Fase” de Operaciones:
El comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Domingo Hernández Lárez, detalló que durante esta “nueva fase”, las fuerzas militares se enfocarán en misiones de patrullaje y abastecimiento de áreas interiores como parte de las medidas adoptadas en respuesta al incidente.
Respuesta Militar de Venezuela:
En respuesta al ingreso del buque británico, Venezuela desplegó una cantidad significativa de tropas, aeronaves y embarcaciones para estos ejercicios, mostrando así su determinación ante cualquier amenaza a su soberanía.
Postura de Guyana y Reino Unido:
Guyana ha mantenido una posición de mantener relaciones pacíficas, afirmando que la presencia del buque no representaba una amenaza. Por su parte, el presidente Maduro denunció la acción como una provocación y amenaza por parte del Reino Unido, considerando que Guyana se está comportando como una extensión británica al permitir este tipo de acciones desde sus costas.
Reacciones Internacionales:
Londres, en respuesta a las maniobras venezolanas, ha calificado estas acciones como injustificadas, instando a su cese. El HMS ‘Trent’, que originalmente estaba en el mar Mediterráneo para operaciones contra el tráfico de drogas, se había desplazado al Caribe, desencadenando esta serie de tensiones.
En un momento de turbulencia como el actual, es crucial que las partes involucradas en esta centenaria disputa territorial mantengan la calma y se apeguen a los acuerdos existentes, como el de Argyle, para garantizar la paz en la región.
Se recomienda un diálogo continuo y respetuoso entre Venezuela, Guyana y Reino Unido, en línea con los compromisos de no utilizar la fuerza ni amenazar, como lo establece el acuerdo suscrito recientemente. Es vital que se eviten provocaciones y se priorice el respeto mutuo, buscando soluciones pacíficas y diplomáticas para resolver estas tensiones territoriales.