Los percebes son una especie de marisco muy peculiar. En primer lugar es de aspecto rudo y se clasifica como “salvaje”. Tienen una estructura alargada y ramificada que se asemeja a un dedo o garra, quizás no apetitoso a la vista. Pero, con un sabor peculiar e intenso. Por lo que realmente son apreciados es por la dificultad y el peligro que implica su recolección.
Beneficios para la salud
Su alto contenido en potasio favorece el funcionamiento idóneo del organismo y aporta beneficios para combatir la retención de líquidos y la hipertensión. A su vez, contiene hierro, muy efectivo para lugar contra la anemia y otros problemas de salud.
También contienen una gran cantidad de selenio que ayuda a proteger nuestro corazón, y aportan vitamina B12, que ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro y refuerza el sistema inmune. Tienen un alto contenido en otros minerales como calcio, magnesio o fósforo, que ayuda a mantener huesos y dientes sanos.
Como si fuera poco, los percebes contienen un gran valor de proteínas, macronutriente necesario para el fortalecimiento de los músculos, huesos y piel. Por otro lado, no contienen carbohidratos, lo que les convierte en una buena opción para las personas con diabetes.