Este viernes, John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, afirmó que Estados Unidos está dispuesto a mantener en pausa las sanciones a Venezuela, a pesar del reciente arresto de opositores del partido Vente Venezuela.
Estas declaraciones surgen en medio de la preocupación por el arresto de dirigentes opositores y las dudas sobre el compromiso del gobierno de Nicolás Maduro con los acuerdos alcanzados en Barbados en octubre pasado.
Preocupación por el arresto de opositores y compromiso electoral
John Kirby expresó la profunda preocupación de Estados Unidos por el arresto el miércoles de Henry Alviárez y Dignora Hernández, líderes nacionales del partido Vente Venezuela, liderado por la opositora María Corina Machado.
Estos arrestos, vinculados a supuestos planes violentos relacionados con las elecciones presidenciales, plantean interrogantes sobre el compromiso del gobierno de Maduro con los acuerdos de Barbados, que incluyen garantías para el proceso electoral y la observación internacional.
Posición de Estados Unidos sobre las sanciones y su condicionamiento
A pesar de la preocupación por los arrestos, Estados Unidos sigue considerando la posibilidad de levantar las sanciones a Venezuela si se cumplen los compromisos establecidos en los acuerdos de Barbados.
Sin embargo, John Kirby reconoció que los recientes arrestos generan dudas sobre la seriedad del gobierno venezolano en cuanto al cumplimiento de estos compromisos, lo que podría influir en la decisión sobre la continuación de la suspensión de las sanciones.
Antecedentes y contexto de las sanciones
El levantamiento temporal de las sanciones a Venezuela el año pasado fue un gesto destinado a incentivar la celebración de elecciones libres.
Sin embargo, ante la falta de progreso en el proceso electoral, Estados Unidos volvió a imponer sanciones al sector del oro a finales de enero. Además, advirtió que si la situación no mejora, dejará que expiren las licencias para el petróleo y el gas otorgadas a Venezuela el próximo 18 de abril.
En este contexto, es fundamental que el gobierno de Nicolás Maduro demuestre un compromiso genuino con los principios democráticos y el respeto a los derechos humanos. Estados Unidos y la comunidad internacional deben seguir de cerca la situación en Venezuela y ejercer presión diplomática para garantizar un proceso electoral transparente y justo.
Se insta a todas las partes a buscar una solución pacífica y negociada para la crisis política en Venezuela, con el fin de restaurar la estabilidad y el bienestar del pueblo venezolano.
