En apenas la primera semana de abril, el Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) reportó cuatro casos de feminicidios en Venezuela. Esta alarmante cifra revela una trágica realidad: una mujer fue asesinada cada 42 horas en el país durante ese período.
La demanda de transparencia y acción gubernamental
La falta de transparencia y la ausencia de cifras oficiales por parte del gobierno sobre la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes, especialmente en términos de feminicidios, es una preocupación latente.
Desde 2016, no se han publicado balances estatales que reflejen la magnitud de este problema social, lo que dificulta la implementación de medidas efectivas para combatirlo.
Desafíos en la implementación de la Ley y la Protección a las Víctimas
Cepaz resalta la urgente necesidad de establecer reglamentos y protocolos para la aplicación efectiva de la Ley Orgánica del Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Además, señala la carencia de albergues para mujeres víctimas de violencia y la escasez de datos estadísticos oficiales, lo que obstaculiza la comprensión completa del alcance del problema y la atención adecuada a las víctimas.
El Aumento alarmante de la violencia contra las mujeres
Los números reportados por la ONG Utopix son igualmente preocupantes. Durante los primeros dos meses del año, se registraron 32 casos de feminicidios, así como un alarmante aumento en los casos de feminicidios en grado de frustración, con un total de 24 casos.
Además, se reportaron 7 feminicidios de mujeres venezolanas en el extranjero, lo que subraya la magnitud global de este problema.
Llamado a la acción
Ante esta situación alarmante, es imperativo que el gobierno venezolano tome medidas concretas y efectivas para abordar la violencia de género en todas sus formas. Se requiere una respuesta integral que incluya la implementación adecuada de la legislación existente, la asignación de recursos para la protección de las víctimas y la generación de datos confiables para comprender mejor el problema.
La sociedad en su conjunto también tiene un papel fundamental en la prevención y denuncia de la violencia contra las mujeres. Es hora de actuar de manera decidida y colectiva para detener esta tragedia que cobra vidas y destruye familias.
