A punto de concluir el primer Festival Mundial Viva Venezuela, que se ha desarrollado con una intensa agenda durante una semana, es destacable el monumental esfuerzo del Gobierno venezolano para resaltar las expresiones culturales del país. Este evento ha permitido la visibilización de nuestras tradiciones, saberes y prácticas, mostrando la diversidad y riqueza de la cultura popular desde sus raíces hasta su puesta en escena contemporánea.
Proyección de tradiciones y celebraciones
Las manifestaciones culturales no se limitaron a sus sitios de origen o fechas rituales habituales. El festival logró proyectar el acervo litúrgico y festivo que acompaña a cada deidad y cofradía en diversas locaciones de Caracas, La Guaira y Miranda.
Fortaleciendo el sentido de identidad y arraigo que une a los venezolanos de todas las regiones. Esta proyección cultural permitió un encuentro fraternal entre comunidades, mostrando la fuerza de nuestras tradiciones.
Encuentro internacional de culturas
El festival no solo celebró las tradiciones venezolanas, sino que también permitió la confraternización con delegaciones de países hermanos de cuatro continentes.
Este intercambio cultural derribó fronteras y ofreció un espectáculo de cantos, bailes y prácticas rituales de otras naciones, demostrando los lazos de diálogo y solidaridad que nos unen a nivel global. Fue una revelación de la riqueza cultural que compartimos con el mundo.
Una noche monumental en La Rinconada
El Estadio Monumental Simón Bolívar de La Rinconada se convirtió en un epicentro de celebración el viernes 10 de mayo, Día de la Afrovenezolanidad y del Artista Plástico.
Más de cuarenta mil personas asistieron a un evento sin precedentes, comparable en magnitud con grandes conciertos como el de la cantante Karol G en marzo. El estadio se llenó de música, danzas y colores, superando todas las expectativas y demostrando el poder de convocatoria de nuestras tradiciones.
Encuentro de tradiciones y talentos
La jornada en La Rinconada reunió a destacadas figuras culturales, como Arnoldo Ramírez de las danzas a San Benito de Palermo, junto a músicos como Gualberto Ibarreto y Francisco Pacheco.
También participaron los parranderos de San Pedro de Guatire, Betsayda Machado y Lilia Vera. Fue un encuentro donde diversas tradiciones se entrelazaron, creando un espectáculo único y emotivo que celebró la diversidad cultural venezolana.
Espectáculo tecnológico inédito
Uno de los momentos más sorprendentes del festival fue la danza artística de drones que iluminó el cielo caraqueño.
Este espectáculo tecnológico, posible gracias a una donación del Gobierno chino, dibujó mensajes y figuras de nuestras tradiciones, maravillando a los presentes y a quienes seguían la transmisión televisiva. Fue la primera vez que un evento de esta magnitud se presentaba en América Latina.
Tradiciones venezolanas en el patrimonio mundial
Venezuela cuenta con nueve expresiones culturales reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, incluyendo los Diablos Danzantes de Corpus Christi y el Carnaval de El Callao.
Este festival permitió que todas estas manifestaciones, y muchas otras, se exhibieran en escenarios públicos y gratuitos en Caracas, Miranda y La Guaira. Además, se presentó ante la Unesco la propuesta del tamunangue para su evaluación como patrimonio, continuando con la valorización de nuestras tradiciones.
Expansión Nacional del Festival
El presidente Nicolás Maduro anunció durante la inauguración que el festival se extenderá por toda Venezuela, llevando la cultura a todos los pueblos, barrios y plazas del país.
Conciertos, pasacalles, talleres y conversatorios llenaron espacios como la Plaza de los Museos y la Unearte, rindiendo homenaje a los conocimientos y experiencias de maestros culturales de todo el país.
Resumen y Agradecimientos
El ministro Ernesto Villegas destacó el esfuerzo monumental de artistas, productores y el equipo del Ministerio de Cultura, así como de las gobernaciones y alcaldías. El festival ha sido un éxito rotundo, con una masiva participación comunitaria y un profundo impacto cultural, reafirmando el compromiso de Venezuela con la promoción y preservación de su patrimonio cultural.