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Venezuela en alarma por deforestación acelerada

En Venezuela, la deforestación avanza a un ritmo alarmante, según revelan datos recientes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Entre 2010 y 2020, se han perdido en promedio 127.400 hectáreas de bosque cada año, equivalente a 350 canchas de fútbol, un devastador impacto diario en el territorio nacional.

Una pérdida incesante de bosques

José Rafael Lozada, profesor jubilado de la Universidad de Los Andes (ULA), describe la magnitud del problema, comparándolo con la imagen de casi 350 canchas de fútbol desapareciendo diariamente en todo el país.

Estas cifras revelan una tendencia preocupante que ha llevado a la pérdida de vastas extensiones de bosques en Venezuela.

Consecuencias graves para el ecosistema

La deforestación no solo afecta la cobertura forestal, sino que también tiene consecuencias devastadoras para el ecosistema en su conjunto. La pérdida de biodiversidad y la alteración del régimen hídrico son solo algunas de las repercusiones negativas que enfrenta el país debido a esta actividad descontrolada.

Lozada identifica la agricultura y la ganadería como las principales causas de la deforestación en Venezuela, un fenómeno que se observa en toda la región amazónica. La expansión de actividades agrícolas y ganaderas sin regulación adecuada está contribuyendo al rápido deterioro de los bosques venezolanos.

Llamado a la acción por la conservación

El profesor Lozada hace un llamado urgente al Estado para que tome medidas concretas para abordar este problema. Propone incentivar la productividad agropecuaria sostenible, implementar mecanismos de pago por servicios ambientales y promover programas de educación ambiental para aumentar la conciencia sobre la importancia de conservar los bosques.

Es fundamental que se destinen recursos y esfuerzos significativos para detener la deforestación y promover la restauración de los ecosistemas degradados. El financiamiento de estas iniciativas podría provenir de una parte de la renta petrolera, lo que ayudaría a asegurar un futuro más sostenible para Venezuela y sus recursos naturales.