El gobierno de México está interviniendo ante las autoridades de Cuba y Venezuela para permitir que Estados Unidos pueda deportar directamente a migrantes indocumentados a estos países. Esta medida surge tras el reciente endurecimiento de la política migratoria de Washington y busca mejorar el tratamiento de los derechos humanos de los migrantes deportados.
El Contexto de la intervención mexicana
Desde la administración de Donald Trump, México ha aceptado recibir migrantes expulsados de Estados Unidos y ha facilitado su retorno a sus países de origen. Además, ha permitido que estos migrantes gestionen sus solicitudes de asilo desde ciudades fronterizas mexicanas.
Ahora, bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, México busca ayudar a que Estados Unidos pueda deportar directamente a países con los que mantiene relaciones diplomáticas complicadas, como Cuba y Venezuela.
Declaraciones del presidente López Obrador
Durante una conferencia de prensa, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, explicó la iniciativa de su gobierno. “Estamos nosotros ayudando para que se acepte en los países donde ellos (Estados Unidos) no tienen buena relación, el que puedan tomar medidas de deportación”, señaló.
López Obrador enfatizó que esta acción podría garantizar un mayor respeto a los derechos humanos de los migrantes deportados, permitiendo que regresen directamente a sus países de origen en lugar de ser retenidos en México.
Desafíos diplomáticos con Cuba y Venezuela
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se han deteriorado significativamente, especialmente después de que Caracas suspendiera un acuerdo para recibir a sus ciudadanos deportados desde Estados Unidos. Esta suspensión se produjo tras la reinstauración de sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.
De manera similar, las relaciones con Cuba son tensas debido al embargo económico que Estados Unidos mantiene sobre la isla.
López Obrador aseguró que México mantiene buenas relaciones con ambos países y que está en una posición favorable para facilitar este proceso. Aunque México tiene la capacidad de enviar migrantes a cualquier nación, el objetivo es que Estados Unidos pueda efectuar las deportaciones de manera directa.
Nuevas medidas migratorias de Estados Unidos
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó recientemente un decreto que permite a las autoridades suspender el ingreso de solicitantes de asilo y migrantes cuando el número de entradas irregulares supera los 2,500 casos en un día.
Esta medida es parte de una estrategia para manejar la presión migratoria en la frontera sur de Estados Unidos y reducir los cruces irregulares, que alcanzaron un récord de 10,000 personas por día en diciembre de 2023.
Impacto en la situación migratoria
En 2023, se registraron más de 2.4 millones de cruces irregulares en la frontera sur de Estados Unidos. Con las nuevas restricciones migratorias y la colaboración de México, se espera que la situación mejore y se garantice un trato más digno a los migrantes.
Estas acciones también buscan responder a las preocupaciones de los votantes estadounidenses, dado que la migración es un tema clave en las próximas elecciones presidenciales, en las que Biden busca la reelección frente a Trump.
La mediación de México para permitir deportaciones directas a Venezuela y Cuba es un paso significativo en la gestión de la crisis migratoria en la región. Al facilitar el retorno directo de migrantes indocumentados, se busca no solo mejorar la eficiencia del proceso, sino también asegurar que se respeten los derechos humanos de estas personas.
Con estas acciones, tanto México como Estados Unidos esperan encontrar soluciones más humanas y efectivas a los complejos desafíos migratorios actuales.