El Gobierno de Venezuela ha manifestado su rechazo contundente ante el pronunciamiento de los líderes del G7, quienes instaron a las autoridades venezolanas a permitir la observación internacional en las elecciones presidenciales del 28 de julio y a respetar los derechos de la oposición. La respuesta oficial fue emitida por el canciller Yván Gil a través de su cuenta en la red social X.
La respuesta del Gobierno venezolano
A través de un mensaje en la plataforma X, el canciller Yván Gil criticó duramente al G7, calificándolo de “decadente imperialismo” y acusándolo de exhibir un liderazgo “pobre y ridículo”. Gil argumentó que los líderes del G7, rechazados por sus propios pueblos, intentan recurrir a prácticas coloniales al intervenir en asuntos internos de Venezuela.
Gil afirmó: “Nuestra Democracia Revolucionaria les dirá este 28 de Julio, nuevamente, que somos libres y soberanos y que sus lacayos ¡No Volverán!”. Con esta declaración, el Gobierno venezolano reafirma su posición de independencia y soberanía frente a las presiones internacionales.
Pronunciamiento del G7
La declaración del G7, compuesta por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, se emitió tras la cumbre celebrada en Italia. En el documento, los líderes del G7 pidieron el fin del acoso a los miembros de la oposición en Venezuela y exigieron la liberación inmediata de todos los presos políticos. Además, solicitaron que se permita la observación internacional en las elecciones presidenciales para garantizar su transparencia y legitimidad.
Contexto internacional
El pronunciamiento del G7 se enmarca en un contexto de preocupación internacional por la situación política y de derechos humanos en Venezuela. Diversos organismos y países han expresado su inquietud por las condiciones en las que se desarrollan los procesos electorales en el país sudamericano, así como por el trato hacia la oposición y los presos políticos.
La presión internacional sobre Venezuela ha sido una constante en los últimos años, con sanciones y declaraciones que buscan incentivar cambios democráticos y el respeto a los derechos humanos. Sin embargo, el Gobierno venezolano ha mantenido una postura firme de rechazo a lo que considera injerencias en sus asuntos internos.
Implicaciones del rechazo
El rechazo del Gobierno venezolano al pronunciamiento del G7 subraya la tensión entre Venezuela y la comunidad internacional. Esta postura también refleja la estrategia del Ejecutivo venezolano de presentar las críticas externas como intentos de intervención y colonialismo, buscando reforzar su imagen de defensor de la soberanía nacional.
El pronunciamiento del G7 y la respuesta del Gobierno de Venezuela también tienen implicaciones para el ambiente electoral del país. La insistencia en la observación internacional y la liberación de presos políticos pone en el centro del debate la legitimidad y la transparencia del próximo proceso electoral.
El rechazo del Gobierno venezolano al pronunciamiento del G7 sobre las elecciones presidenciales del 28 de julio evidencia las profundas diferencias entre Venezuela y los países miembros del grupo. La declaración del canciller Yván Gil refuerza la narrativa de soberanía e independencia del país sudamericano, en un contexto de crecientes presiones internacionales para garantizar procesos democráticos y el respeto a los derechos humanos. Las próximas elecciones y su desarrollo serán cruciales para el futuro político de Venezuela y su relación con la comunidad internacional.
El decadente imperialismo jamás había tenido tan pobre y ridículo liderazgo como el que hoy exhibe el G7.
Rechazados por sus propios pueblos pretenden recurrir a prácticas coloniales y meterse en asuntos que no le conciernen.
Nuestra Democracia Revolucionaria les dirá este 28… pic.twitter.com/BwQMDvCZq3
— Yvan Gil (@yvangil) June 14, 2024