La peligrosa travesía por la selva del Darién continúa siendo una ruta frecuentada por migrantes venezolanos que buscan llegar a Norteamérica en busca de un futuro mejor. A pesar de los peligros y las dificultades económicas, el flujo migratorio por esta inhóspita región no muestra signos de detenerse. La situación ha captado la atención de organizaciones internacionales y medios de comunicación, quienes reportan el constante aumento de personas que emprenden este riesgoso viaje.
Una ruta de desesperación: La Selva del Darién
El Darién, una espesa selva que divide a Colombia de Panamá, se ha convertido en un corredor migratorio crucial para miles de personas provenientes de Venezuela y otros países de América Latina, así como de regiones de África y Asia.
Según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la cantidad de venezolanos que cruzan por esta zona sigue aumentando. Los migrantes parten desde las playas de Necoclí, en Colombia, donde abordan lanchas que los llevan hasta Capurganá o Acandí, desde donde inician su peligroso recorrido por la selva.
Redes sociales: Un reflejo del flujo migratorio
El auge de la migración venezolana también se refleja en las redes sociales. En TikTok, un video subido por Carlos Xavier Calderón Blanco, quien se identifica como guía, muestra a un grupo de venezolanos abordando una lancha en Necoclí con destino a la selva del Darién.
El video se viralizó rápidamente, evidenciando la normalización de esta peligrosa travesía, presentada casi como una excursión vacacional. Estas publicaciones reflejan el desesperado intento de muchos por escapar de la crisis en Venezuela, aunque implique enfrentarse a los múltiples riesgos que conlleva esta ruta.
Obstáculos en la Selva del Darién: Coyotes y extorsión
El trayecto a través del Darién no solo es peligroso por sus condiciones naturales, sino también por los costos asociados. Muchos migrantes deben detener su viaje en las playas de Necoclí debido a dificultades económicas. Según Johann Wachter, secretario de Gobierno de Necoclí, alrededor de 350 migrantes están varados en las playas del municipio a la espera de poder continuar su viaje.
Además de pagar a los coyotes, quienes guían a los migrantes por la selva, estos deben enfrentar las extorsiones de grupos armados, quienes imponen un pago adicional conocido como “la vacuna”. En total, los migrantes pueden gastar hasta 350 dólares para cruzar la selva.
Procedencia de los Migrantes: Un Éxodo Desde Varias Naciones
El flujo migratorio por el Darién muestra un predominio de venezolanos, quienes representan el 61% de los migrantes que cruzaron la selva entre junio y julio de 2024, según un monitoreo de Acnur. Sin embargo, no todos parten directamente de Venezuela; un 66% de los migrantes venezolanos habían residido previamente en países como Colombia, Perú y Ecuador antes de decidir cruzar hacia Norteamérica. Esta tendencia sugiere que, para muchos, la situación en Venezuela y en sus países de acogida no les deja otra opción que arriesgarse en esta peligrosa travesía.
El flujo migratorio de venezolanos a través de la selva del Darién es un reflejo de la desesperación y la falta de opciones para quienes huyen de la crisis en su país. A pesar de los riesgos, muchos continúan emprendiendo este viaje en busca de una vida mejor, mientras que organizaciones internacionales y gobiernos de la región siguen monitoreando de cerca la situación. La realidad en el Darién subraya la urgente necesidad de soluciones integrales que aborden tanto las causas de la migración como los peligros que enfrentan quienes se ven obligados a dejar su hogar.