En Venezuela, las enfermedades cardiovasculares (ECV) representan una de las principales causas de muerte, al ser responsables del 30% de los decesos en el país. Las cardiopatías, un problema global según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son exacerbadas en países de ingresos bajos y medios, como Venezuela, donde la crisis económica y el estrés son factores determinantes. Expertos insisten en la importancia de la prevención, el control de factores de riesgo y la adopción de hábitos de vida saludable para mitigar esta situación alarmante.
La magnitud del problema cardiovascular en Venezuela
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial y Venezuela no es la excepción. Según el Estudio Venezolano de Síndrome Cardiometabólico (EVESCAM), el 30% de las muertes en el país están asociadas a enfermedades del corazón o accidentes cerebrovasculares. Factores como la hipertensión, que afecta al 38% de la población adulta, y el estrés crónico, producto de la inestabilidad económica y política, son los principales detonantes de este problema de salud pública.
La presidenta de la Sociedad Venezolana de Cardiología (SVC), Susana Blanco, resalta que muchas de estas muertes podrían evitarse si se prestara mayor atención a los factores de riesgo, como el sedentarismo, el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión. “La prevención es clave, pero es responsabilidad de cada individuo tomar las decisiones correctas para cuidar su salud”, señala Blanco.
Factores de riesgo modificables y su control
El manejo de los factores de riesgo cardiovascular es esencial para reducir la alta tasa de mortalidad en el país. La hipertensión, conocida como el “asesino silencioso”, es uno de los más preocupantes. Aunque afecta a una gran parte de la población adulta, solo el 12% de los pacientes tiene un control adecuado de su presión arterial, lo que incrementa el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares.
El cardiólogo Carlos Ponce, vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC), destaca la importancia de adoptar hábitos saludables. Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, realizar actividad física regular y manejar el estrés son medidas efectivas para reducir el riesgo cardiovascular. “El mejor infarto es el que se previene”, afirma Ponce, al enfatizar que cambios simples, como caminar 30 minutos al día, pueden reducir significativamente la probabilidad de sufrir un evento cardíaco.
Estrés y crisis económica en Venezuela: factores agravantes
La crisis socioeconómica que enfrenta Venezuela ha generado una alta prevalencia de estrés crónico en la población, un factor que incrementa considerablemente el riesgo de enfermedades del corazón. Las dificultades diarias, la incertidumbre política y la falta de acceso a servicios básicos generan un ambiente de constante tensión que afecta la salud cardiovascular.
Blanco explica que el estrés emocional puede desencadenar una serie de reacciones fisiológicas que dañan las arterias y aumentan la presión arterial. “La ansiedad y la angustia crónica tienen un impacto directo en el corazón. Es fundamental que las personas aprendan a manejar el estrés de manera saludable, ya sea a través de la actividad física o la meditación”, subraya la cardióloga.
La importancia de la detección temprana
La detección temprana de los factores de riesgo es esencial para prevenir complicaciones graves como los infartos o los accidentes cerebrovasculares. A pesar de las limitaciones del sistema de salud en Venezuela, los especialistas instan a la población a realizarse chequeos médicos regulares para controlar parámetros como la presión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre.
“Conocer tus números es vital”, afirma Ponce. Saber si uno es hipertenso, diabético o si tiene el colesterol elevado permite tomar medidas preventivas y reducir el riesgo de sufrir un evento cardiovascular en el futuro. Los especialistas también recomiendan que, desde la infancia, se promueva la prevención, comenzando con chequeos básicos como el perfil lipídico para identificar posibles problemas metabólicos.
Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo una de las principales amenazas para la salud en Venezuela, afectando a una gran parte de la población. La combinación de factores de riesgo modificables, como la hipertensión, el sedentarismo y la mala alimentación, junto con la crisis económica y el estrés crónico, ha agravado la situación en el país. Sin embargo, la adopción de hábitos saludables, el control de factores de riesgo y la detección temprana pueden marcar una diferencia significativa en la prevención de estas enfermedades mortales.