Un mes después del quinto apagón nacional en Venezuela, los problemas de conectividad a internet han empeorado, afectando gravemente la vida cotidiana de millones de ciudadanos. Las continuas interrupciones del suministro eléctrico han dejado sin acceso a internet a sectores como Jardines del Valle en Caracas, dificultando no solo el trabajo remoto, sino también el acceso a información y comunicación. La crisis energética, que persiste desde hace años, sigue afectando la calidad de vida de los venezolanos y exacerbando la crisis humanitaria del país.
Impacto de los apagones en la conectividad
El quinto apagón nacional, que tuvo lugar el pasado 30 de agosto, no solo dejó sin luz a más de 20 estados durante horas, sino que también provocó una drástica caída en la conectividad a internet. Según vecinos de Jardines del Valle, la situación ha ido empeorando desde entonces. Antes del apagón, aunque el servicio de internet no era óptimo, permitía trabajar y estudiar desde casa. Hoy en día, la conexión se ha vuelto extremadamente lenta e inestable, dificultando actividades laborales y de entretenimiento.
Para Mileidy Medina, habitante de la zona, trabajar desde casa se ha convertido en un reto. Las videollamadas se interrumpen constantemente, los archivos tardan horas en descargarse, y muchas veces pierde todo el trabajo realizado debido a las fallas. Como ella, muchos venezolanos dependen de internet para sus empleos y estudios, pero la inestabilidad del servicio ha comprometido su capacidad de cumplir con estas responsabilidades.
Desconexión de internet en aumento
Según un informe reciente de la ONG Ve Sin Filtro, la conectividad a nivel nacional cayó en un 88,6 % después de una serie de apagones que afectaron a al menos 13 estados. Este evento es uno de los más críticos en términos de acceso a internet en los últimos años. Las fluctuaciones eléctricas no solo dañan equipos como routers y antenas, sino que también limitan gravemente la capacidad de conectarse a internet.
El periodista especializado en tecnología Juan Carlos Araujo advirtió que estas interrupciones ralentizan considerablemente la velocidad de conexión, afectando no solo la vida personal de los ciudadanos, sino también el desarrollo profesional y económico del país. Las actividades básicas como videollamadas, carga de contenido o incluso el uso de redes sociales se ven profundamente afectadas por esta desconexión generalizada.
Fallas eléctricas y aislamiento
Las fluctuaciones eléctricas no han cesado desde el quinto apagón. En comunidades como La Dolorita, en Caracas, los residentes denuncian que el servicio eléctrico se interrumpe varias veces al día, lo que afecta tanto el internet como la señal de telefonía móvil. La desconexión es total, dejando a los ciudadanos incomunicados por horas o incluso días.
Luis, un residente de la zona, señala que la comunidad enfrenta cortes de luz diarios y en ocasiones hasta tres veces por día. Esta situación interrumpe las rutinas de trabajo y estudio, y agrava el aislamiento de los ciudadanos, quienes dependen de internet y teléfonos móviles para mantenerse informados y en contacto con familiares y amigos.
Derecho a la información en riesgo
El acceso a la información en Venezuela está cada vez más comprometido. Las redes sociales, que para muchos son la principal fuente de noticias, se ven afectadas por la inestabilidad de internet. Luis Serrano, coordinador de la ONG Redes Ayuda, explica que los apagones limitan gravemente el acceso a la información, ya que la mayoría de la población depende de la conexión a internet, que se interrumpe cuando falla el suministro eléctrico.
La situación se agrava aún más en un contexto donde muchos medios tradicionales han sido cerrados. Con más de 400 medios de comunicación clausurados en los últimos años, el acceso a información veraz y oportuna se ha vuelto escaso. Serrano advierte que la inestabilidad del servicio de internet refuerza este aislamiento informativo, dejando a los ciudadanos a merced de la desinformación en momentos de crisis.
Censura y desconexión de internet
La censura en Venezuela ha obligado a los medios de comunicación a migrar a plataformas digitales, pero la inestabilidad del servicio de internet dificulta que los ciudadanos puedan acceder a estas plataformas. Con más de 280 emisoras de radio cerradas, muchas de las cuales eran cruciales para comunidades rurales, la desconexión aumenta la desinformación.
Serrano subraya que en situaciones de apagones prolongados, la radio sigue siendo el único medio disponible para obtener información, pero con la disminución de emisoras, el acceso a noticias y actualizaciones se ve gravemente restringido. Este aislamiento informativo afecta tanto la vida personal como la capacidad de las personas para tomar decisiones informadas, especialmente en momentos de incertidumbre y crisis.
La inestabilidad eléctrica en Venezuela, agravada por los recientes apagones, ha impactado negativamente el acceso a internet, afectando tanto la vida personal como profesional de millones de ciudadanos. La desconexión, combinada con la censura en los medios tradicionales, ha creado una brecha informativa que deja a los venezolanos aislados, sin acceso a noticias y comunicación esencial. A medida que la crisis energética persiste, la capacidad de la población para mantenerse conectada y bien informada sigue en riesgo.